Doctrina no católica y con perfiles heréticos.- Piedrapomez
Fecha Wednesday, 01 October 2014
Tema 090. Espiritualidad y ascética


En esta página se ha definido a la institución como un moderno sistema carcelario, que controla todos los aspectos de las personas (dinero, relaciones, pensamiento). Se permite la libertad vigilada, siempre que los “reos” vuelvan a la celda periódicamente. Con estos esquemas de control no solo la institución descree de la posibilidad de entrega voluntaria a Dios, sino que impide la madurez humana y espiritual de las personas y su pleno desarrollo,

Todos estos abusos tienen su origen en una doctrina que no es católica y tiene premisas heréticas, condenadas por la Iglesia. Por tanto no hay salvación ni reforma posible en una institución de este tipo, ya que sus premisas están erradas.

El trabajo (obra del hombre) y la oración (pedir la intervención de Dios) son compatibles, pero no pueden ponerse en un mismo plano. Considerar la perfección cristiana como la búsqueda de un desarrollo personal haciendo lugar a la propia vanidad no tiene nada que ver con el camino cristiano de amor al prójimo, incluso al enemigo.

Hacer que al mero obrar humano tenga un mérito para obtener el cielo es un grave error, ya que la salvación viene por los méritos de Cristo y nuestra unión con él. Concebir el cristianismo como un camino de ambición y poder temporal es totalmente contrario al evangelio, ya que la vida cristiana no exige ninguna posición social determinada para ser vivida.

La institución tampoco cree en lo que supuestamente es su propia prédica:

Sus “cristianos corrientes” viven en comunidades o relacionados solo con gente afín; tiene muchos hijos o no tiene ninguno; no frecuentan cines, estadios de fútbol, no van a misas y procesiones con la demás gente, pasan días y horas en casas de la institución; o sea no pretenden tener nada en común con un cristiano común. Se consideran superiores al resto en su manera de pensar y comportarse. La llamada “libertad de los hijos de Dios” la entienden como un “permiso” para obrar sin atenerse a la ley de su comunidad o país, para pasarse las normas comunes por alto sin problemas de conciencia.

Las academias y universidades de la Obra enseñan las supuestas bondades de la libre empresa e iniciativa, pero la institución se rige por un sistema socializado de acumulación y redistribución de los bienes. La libre iniciativa no existe y todo se maneja con la intervención de una extendida burocracia como en cualquier sistema socialista.

Los sacerdotes son educados en la teología sacramentaria, pero administran solo la confesión y celebran misa para los propios miembros, a modo de robots que funcionan cuando se les inserta una moneda: no bautizan, no difunden la Fe, no celebran matrimonios si no es excepcional.

Piedrapomez









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