Hola.

Agradezco sinceramente a Josef Knecth su mención, que me hizo sentir importante. También quisiera comentar algo, que es la situación que vivimos los que pasamos por el opus dei y la que quizá se sigue y se seguirá viviendo.

Por muchas complicaciones, como ya se ha dicho, el caso es que de sacerdotes de la prelatura pasamos a ser tratados por médicos psiquiatras, neurólogos, también de la prelatura. Vivíamos en un sinfín de energías dispares que apuntaban mucho más allá de lo que pudimos asimilar.

Sería magnífico que solamente se dañara la salud mental, pero como comenta Ebe en su reciente escrito “Abusos contra el alma”, escrito, también está la dignidad de por medio, la autoestima, la conciencia, la religión, Dios.

Saludos.

Paiquito.