Opus Dei: cosas que sobran y cosas que faltan.- Orange
Fecha Friday, 12 September 2014
Tema 070. Costumbres y Praxis


En el Opus Dei sobra mucho de lo siguiente: dramatismo, tristeza, mala sombra, aguafiestas, caras serias, frustración, represión, hipocresía, depresión, chismorreo, autoritarismo, rigidez, vivir en un valle de lagrimas, aburrimiento mortal, ir en silencio sepulcral por los pasillos, sufrir la autoridad de los mediocres, miedo, grandilocuencia, censura implacable sin recibir explicaciones, servilismo, suspicacia, mirar todo el rato al suelo, meticulosidad y orden material estéril, personal sufridor, sometimiento, vida preprogramada, tacañeria, soberbia, sentido de superioridad, espíritu de vejez interior; en una palabra, que hay mucha infelicidad.

Por el contrario, son muy pobres en las siguientes cosas: sentido del humor, risa sincera, paz y quietud interior, pasarlo bien, alegría, disfrute, diversión, humildad, juego, confianza, desdramatización, relativismo, amor a las personas y a la familia, espontaneidad, sonrisa, libertad de expresión sin censura, cultivo de la ironía, gusto por la belleza, mirar al cielo, tararear por los pasillos, democracia, reírse de uno mismo, sencillez, descubrir la chispa de cada día, disfrutar lo pequeño, disfrutar de la familia, esplendidez, sensibilidad artística, flexibilidad, querer gozar de todo, espíritu juvenil, brindis, tener una perrita graciosa, baile, saltos de euforia; en suma, que falta felicidad.

Todo ello lo vivimos cuando estuvimos dentro y nos marcó profundamente. Después de salirnos, aun arrastramos estos tics. Con el tiempo , unos con menos y otros con más lentitud, vamos superando esas lacras y adquiriendo las cosas buenas de la vida que en cierta medida vienen a reflejarse en la canción de Serrat "El carrusel del Furo" que Dionisio trajo a colación el 8-9-2014 y cuya letra no tiene desperdicio y me permito reproducir aquí:

"Cuando la llama de la fe se apague, y los doctores no hallen la causa de su mal, señoras y señores sigan la senda de los niños y el perfume a churros que en una nube de algodón dulce le espera el Furo. Goce la posibilidad de alborotar el barrio. Por tres pesetas puede ser bombero voluntario o galopar en sube y baja el mundo en un potrillo. Dos colorados tengo y uno tordillo. Suba usted, señor. Anímese. Cuelgue el pellejo en la acera. Súbase al tordillo de madera. Olvídese de lo que fue y de qué modo. Brínquese a la magia de pasar de todo. Móntese en el carrusel del Furo. Súbase. Dos boletos por un duro. No se sorprenda si al girar, la luna le hace un guiño, que un par de vueltas le dirán cómo alucina un niño. Le aplaudirán desde un balcón geranios y claveles y unos ojos que le llenaron de cascabeles. Enfúndese en los pantalones largos de su hermano y en la primera bocanada de humo americano que el aire será más azul y la noche más corta. Si no le cura, al menos, le reconforta. Señor, señor... Anímese. Cuelgue el pellejo en la acera. Súbase al tordillo de madera. Olvídese de lo que fue y de qué modo. Brínquese a la magia de pasar de todo. Móntese en el carrusel del Furo. Súbase. Dos boletos por un duro."

Os prometo que si algún día nos juntamos físicamente os la cantaré a la guitarra haciendo dúo con Dionisio, junto con otras muchas canciones por el estilo.

Orange.









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=22580