Comentario a la respuesta de Rafael Larreina a Carmen Charo.- Josef Knecht
Fecha Wednesday, 10 September 2014
Tema 110. Aspectos jurídicos


Deseo continuar mis reflexiones sobre la respuesta que el diputado por Guipúzcoa y numerario del Opus, Rafael Larreina, dio el 30 de agosto de 2014 a la pregunta planteada por Carmen Charo en la página de Internet osoigo.com. Ya advertí en mi escrito del 8.09.2014 que «dicho sea de paso, tampoco es una mera labor de voluntariado vivir la entrega como numerario de la Obra de Escrivá (admisión, oblación y fidelidad) ni como, por poner otro ejemplo, la vocación de religioso (postulantado, noviciado y juniorado), pero este es otro tema del que habría que hablar aparte». Y hoy voy a hablar de ese tema.

 

De las declaraciones de Larreina parece deducirse que él vive su vocación de numerario de la Obra de Escrivá como si ejerciera una labor de voluntariado: «Lo que conozco es mi realidad y es que ser socio o formar parte de organizaciones religiosas, culturales o deportivas, no significa tener una relacion laboral ya que colaborar en el desarrollo de sus fines se realiza en régimen de voluntariado. Yo así lo he hecho siempre en todas de las que he formado parte o formo parte en la actualidad», escribe Larreina.

 

Esta aseveración es de lo más desconcertante. Me extraña que un numerario de su talla intelectual no distinga entre “labor de voluntariado” y “vida consagrada”. Es cierto que de la vida consagrada de un numerario o de un jesuita, por poner dos ejemplos, no se deriva una relación laboral con sus superiores, y en este punto se da una coincidencia, meramente superficial, entre una persona voluntaria y una persona consagrada. Pero equiparar esos dos modos tan distintos de vivir es un confuso desenfoque que olvida algo esencial: un voluntario no se incorpora a una ONG mediante las ceremonias de admisión, oblación y fidelidad, como sucede con un numerario del Opus, el cual asume unas obligaciones espirituales y personales que superan con creces las de un mero voluntariado y configuran un exigente modo de vida propio de personas consagradas.

 

Por otra parte, como bien sabe el señor Larreina a partir de su experiencia personal, los laicos consagrados de la Iglesia Católica y algunos religiosos pueden ejercer en la sociedad civil un trabajo profesional acorde y compatible con su consagración, y en este caso sí surge, lógicamente, una relación laboral. Por ejemplo, un laico consagrado puede ser diputado en el Parlamento, y una numeraria auxiliar puede trabajar como empleada del hogar en un Centro de numerarios donde ese diputado resida y ponga en práctica los compromisos contraídos por su consagración, esto es, por la admisión, oblación y fidelidad; en ambos casos (diputado y empleada del hogar), se ejerce un trabajo profesional, que, por un lado, es compatible con la consagración que cada cual ha contraído ante la Iglesia y, por otro lado, lleva consigo sus respectivas obligaciones laborales y fiscales ante el Estado.

 

Sólo quería hacer este breve comentario porque no salgo de mi asombro al constatar que un numerario de la Obra de Escrivá presente su vocación como si se tratara de un voluntariado. Es un tremendo disparate que me deja atónito. Vivir para ver.

 

Josef Knecht

 

<<Anterior>>









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=22576