Más sobre el limbo laboral del Opus Dei.- Carmen Charo
Fecha Friday, 29 August 2014
Tema 120. Aspectos económicos


La reivindicación de Antonio Esquivias y los comentarios posteriores de unos y otros han hecho que rememore, a pesar de mi nula memoria gracias a las drogas ingeridas absurdamente en la prelatura, mis movimientos y pesquisas a nivel personal para conseguir el reconocimiento de mis años trabajados en el Opus Dei. Espero saber explicarme con orden y claridad, y además me apetece haceros llegar la correspondencia que tuve con la que era entonces Secretaria Regional en España, o mejor dicho lo que yo le escribía, porque ellas se cuidan muy mucho de dejar algo por escrito. Veréis que sólo me pone cuatro palabras en las que no nombra nada concreto, de forma que sirva para cualquier petición...  



Cuando yo dejé la obra en julio del 89, conocí no sé bien a través de quien una asociación de ex religiosos y ex sacerdotes, llamada COSARESE. Por entonces ellos se estaban moviendo para ver cómo conseguir que se les reconocieran a estas personas sus a veces muchos años, donados en países de misión, ya mayores, enfermas y sin recursos para terminar sus vidas dignamente. Fui a muchas reuniones, al principio con la alergia opusina por aquello de que yo jamás había sido monja.

A principios del año 1993 parecía vislumbrarse una solución, y nos pidieron a todos que escribiéramos a nuestros Institutos, Congregaciones, Obispados… pidiendo un certificado de haber pertenecido y trabajado allí, concretando años y lugares. Yo repetí hasta la saciedad la posibilidad de que a mí no me cubriera esta solución al no haber sido religiosa. El presidente de la Asociación en Vitoria cada vez que se lo preguntaba me decía que SÍ. Se podrían beneficiar todas las personas que hubieran trabajado para alguna institución de la Iglesia Católica. De cualquier forma yo podía reclamar 2 años de trabajo, los años de 1980 a 1982, en los que pertenecíamos a la Congregación de Religiosos por ser Instituto Secular.

Con absoluta falta de fe, escribí a la Asesoría de España varias cartas, que nunca tuvieron respuesta. Creo que la tercera carta enviada lo fue certificada y con acuse de recibo. Ingenuamente la portera de Lagasca firmó el acuse de recibo y tuvieron que dejar de decir que no recibían nada mío.

Srta. Ma Pilar Cremades

Lagasca 114 MADRID

Vitoria, 12 de Julio de 1.993.

Estimada Ma Pilar:

El día 26 de Abril te mandé una cart, de la que no he recibido respuesta, no sé por qué razón. Te solicitaba un certificado de mi permanencia en la Obra para poder justificar yo los años que he trabajado en ella. No creo que pida nada injusto o irreal, y no me mueve otra intención que la que te decía en mi carta, reclamar lo que me pertenece y mirar por mi futuro ya que la Obra, injustamente, se desentiende de los hijos que han dejado parte de su vida en ella. Te ruego que me hagas llegar, cuando menos, una respuesta a mi solicitud.

Sin más, y esperando tu respuesta, te saluda cariñosamente.

Carmen Charo Perez de San Roman.

 

Srta. Ma Pilar Cremades

Lagasca 114 MADRID

Vitoria, 22 de Septiembre de 1.993.

Estimada Ma Pilar:

Han pasado ya dos meses desde que te escribí, y al no tener noticias pienso que de nuevo no ha llegado la carta, así que te vuelvo a remitir la carta anterior esperando recibir pronto respuesta. Como muchas de las personas que abandonan la Obra, me encuentro con difíciles problemas laborales. En la actualidad tengo 36 años y cuento sólo con un año cotizado a la Seguridad Social. Si a mi jubilación quiero cobrar el cien por cien de mi sueldo, tendría que cotizar 35 años, lo que ya no va a ser posible si la jubilación sigue concediéndose a los 65 años. Actualmente existe una Asociación (COSARESE) que está tramitando con la Iglesia y el Estado la posibilidad de que se contabilicen como años cotizados los años de trabajo prestados en cualquier Instituto religioso. Para esto hace falta, lógicamente, que el Instituto certifique los años de permanencia en él y el tipo de trabajo que se ha realizado. Yo te agradecería que me mandaras este certificado para que yo pueda tramitarlo. Me imagino que estará archivada en algún sitio mi trayectoria en la Obra. De todas formas yo te puedo decir que estuve trabajando siempre en la administración de centros. A continuación te pongo los años y los lugares donde estuve:

1.980-1.982 C.M. ALBALAT DE VALENCIA.

1.983 C.M. SAOMAR DE VALENCIA

1.984-1.985 LA LLOMA

1.986-1.989 CENTROS PEQUEÑOS DE MURCIA.

 

También tengo posibilidad de dar clase de Religión en Instituto por tener una titulación superior, pero necesitaría un justificante de haber cursado el Bachiller Teológico. No necesito ningún título o diploma en el que se diga que aprobé esos estudios, simplemente un justificante en el que conste que cursé esos estudios.

 

Sin más, y esperando tu respuesta, te saluda cariñosamente.

Carmen Charo Pérez de San Román

 

Como respuesta recibo un tarjetón de Mª Pilar Cremades, Secretaria Regional de España:

 

Te agradeceré me concretes un poco más lo que deseas para ver el modo más conveniente de realizarlo y lo haremos con sumo gusto.

 

Espero tus noticias, un recuerdo cariñoso y un abrazo de

Mª Pilar Cremades.

 

Parece ser que a los pocos días, por lo que digo en la siguiente carta (ahora mismo no lo recuerdo) pasó por mi casa una abogada de la Asesoría, que “estaba de paso” por la zona :-)) Vino a verme con escopeta, la directora del centro de Vitoria, compañera mía del centro de estudios y buena talibana, para dar fe de toda la conversación. A las dos les pareció lo más lógico que aun estando viviendo de forma muy precaria, la obra no me debía nada por mis 18 años de entrega desinteresada. Mª Ángeles Gómez, la abogada de la Asesoría, me propuso una brillante idea. Estaba claro que la Obra no me debía nada, pero tenía gran interés en ayudarme. :-)) Sentado esto, me dijo que conocía una Fundación en Pamplona, llamada RODE, “que no tenía nada que ver con la obra” :-)) (el presidente y la vicepresidenta eran matrimonio de supernumerarios y la sede era su casa, pero era es lo de menos) que se dedicaba a ayudar a personas que estaban iniciando su andadura profesional. Yo por entonces llevaba unos meses trabajando como autónoma. Vieron que podría ser una forma de callarme la boca, serenar mi enfado y no crear precedentes para posibles futuras peticiones.

En principio le dije  que no. Las cosas son como son y a mí no me van las mentiras disfrazadas. Quería lo que era mío y nada más. Así que pasados dos meses volví a escribir a Mª Pilar Cremades.
 

Srta. Ma Pilar Cremades

Lagasca 114 MADRID

 

Vitoria, 23 de Noviembre de 1.993.

 

Estimada Ma. Pilar:

Ya han pasado casi dos meses desde que vino a verme en tu nombre Mª. Ángeles Gómez, y creo que ella me dijo que tras lo que yo le contara recibiría respuesta tuya a mis peticiones. Al no recibir respuesta te escribo por si hubiera alguna dificultad. No entiendo porqué no me podéis mandar el certificado de haber estado trabajando 10 años en la Obra. Ya le leí a Mª. Ángeles la carta del presidente de COSARESE en la que decía que también me incumbía a mí esa causa por ser la Obra una Institución de la Iglesia. No me parece razón el pensar que con la actual situación económica dicha causa no vaya a salir adelante. A mí me gustaría poner los medios, y si luego sale o no, ya se verá. Desde luego que no va a salir si no arriesgo nada. Creo que hay que diferenciar entre si COSARESE es una asociación de religiosos y la dificultad de que la Iglesia y el Estado nos reconozcan los años de trabajo y entre la realidad de que yo he trabajado 10 años en el Opus Dei, que es algo que es real y me pertenece. Ya le dije a Mª. Ángeles que si la Obra no se puede acoger a lo que están solicitando las Congregaciones Religiosas, reconozca que ha incumplido con las leyes civiles que obligan a dar de alta en la Seguridad Social a cualquier persona que realice un trabajo.

 

Mª. Pilar, a mí se me dijo en la Obra que no tenía Seguridad Social porque la Obra se haría cargo de mí en cualquier necesidad médica y en mi vejez. Creo que moralmente esta obligación no termina al dejar la Obra por la razón que sea. No es humanamente justo, ni cristiano que la Obra se porte así cuando una persona ve que debe marcharse de la Obra. Por lo tanto me siento en el derecho de pedir a la Obra que siga haciéndose responsable de mí, o por lo menos me restituya lo que en justicia cualquier trabajador recibe al dejar su empresa, que son: los años cotizados de trabajo, una indemnización y el derecho a cobrar durante dos años el paro. Para mí lo peor ha pasado. He comenzado a rehacer mi vida en todos los sentidos, pero, ¿por qué no voy a reclamar lo que en justicia es mío? Creo que ya hablé con Mª. Ángeles de mi situación. Ella te ha podido decir que mi vida no es fácil. Vivo con lo justísimo y sin ninguna seguridad, por lo que te pediría que la Obra se haga eco de mi solicitud o me deis alguna razón de peso para no ayudarme. Las razones que me dio Mª Ángeles son meras evasivas.

 

Mª. Pilar, me gustaría tener ocasión de hablar contigo porque tengo muchas cosas que contarte y por carta sería interminable. Espero que algún día pueda darse ese momento. Por hoy lo voy a dejar. Espero tu respuesta. Recibe un cordial saludo.

 

Carmen Charo Pérez de San Román.

 

Tras esta carta recibí el Certificado de mis estudios teológicos y la negativa a darme nada más. Yo no caí en la cuenta de que aun no había transcurridos 5 años de mi salida de la obra, y hubiera podido denunciarles en la Inspección de Trabajo. Con eso juegan, y desde luego que no dan pistas! Así que siguiendo consejos de mi familia accedí a recibir 15000€ de hoy, de manos de la Fundación Rode, a sabiendas de que sería lo único que conseguiría.

 

Srta. Ma Pilar Cremades

Lagasca 114 MADRID

 

Vitoria, 8 de Febrero de 1.994.

 

Mª Pilar:

El sábado me llamó D. José Ramón Pardinas, de la Fundación RODE, para decirme que necesitaba datos de mi trabajo para justificar el fin del dinero que van a mandarme. Yo puse en la solicitud y así se lo dije a él que no lo necesito para mi trabajo, sino para vivir. Mª Pilar, ya le dije a Mª Ángeles que esa es la forma que tiene la Obra de justificar un dinero que tiene que darme. No juzgo que lo hagáis como os parezca, pero lo que no me parece es que encima yo tenga que dar cuenta de nada, y aparecer erróneamente como objeto de la caridad de una Fundación a la que no le tengo porqué deber nada nunca. El cambiar de semejante modo la realidad me parece que es un modo de mentir. Te pediría que volvierais a estudiar el modo de darme este dinero y, si no, me conformo con el certificado que os pedí al principio.

 

En espera de tu respuesta, recibe un saludo.

 

Y en marzo de 1994 pasé por una notaría de Pamplona para firmar el documento por el que aceptaba ese dinero. El notario también era de la obra. Ahora mismo no lo tengo en mi poder, pero con mucho gusto lo escanearé y os lo mandaré cuando pueda para que no quede duda de que no me invento nada.

 

Y es que me ha animado a escribir todo esto Joseph Knetch y su magnanimidad para con José Luis Illanes, y la total comprensión con que algunos admiten el abuso y maltrato que ha ejercido y ejerce hoy la Prelatura Opus Dei con las personas que forman parte de sus filas.

 

Termino con lo escrito por un buen amigo, sacerdote secularizado que vivió este reclamo de los años trabajados para la iglesia y que por fin muchos consiguieron, pero nosotros no, porque ni éramos religiosos ni éramos laicos. Éramos pobres idiotas engañados al servicio de una Inmensa Mentira. Algo, que aun a algunos les parece medio normal.

 

El consejo de Ministros con fecha 11 de diciembre 1998 ha aprobado en un real decreto que los sacerdotes, religiosos y religiosas secularizados que tengan menos de treinta y cinco años cotizados a la seguridad social antes de jubilarse, gocen de una pensión de jubilación como si hubieran cotizado los treinta y cinco años. De otra manera: cuentan los años pasados en el ministerio o vida religiosa para la pensión de jubilación. Tan sólo se necesitará un certificado del Ordinario de la diócesis o de los superiores en cuyo seno vivió el solicitante su vida religiosa. Cosarese ha sido la asociación por medio de la cual hemos conseguido este acto de justicia.

 

Y os animo a visitar este portal de internet en el que hay varios artículos que hablan de este asunto y me parece que nos pueden hacer reflexionar y exigir.

 

Un saludo

Carmen Charo







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