La Ley de la Casualidad.- Flanpan
Fecha Friday, 29 August 2014
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


En el servicio militar nos instruían con enseñanzas básicas y a veces grotescas. Pero solían decir las verdades del barquero: sencillas y profundas. Una de esas enseñanzas versaba sobre la Casualidad.

Contaba el sargento que si estabas de vigilante en una línea fronteriza y pasaba una bala silbando sobre tu cabeza, proveniente del otro lado de la frontera, podría pensarse que era mala suerte: pudiera ser que se le hubiera escapado un tiro a un soldado torpe e inepto. Tal vez alguien que, aburrido, jugueteaba con el gatillo. Vale. Fue mala suerte. Pero, de repenete y de pronoto... pum! un segundo tiro desde el bando opuesto! Vaya, qué "casualidad". La mala suerte se repitió otra vez. El mismo tío de antes, o tal vez otro inepto. La verdad es que podría ser una casualidad, que ese segundo tiro tampoco hubiera sido malintencionado: tal vez fuera también producto de la torpeza. Ahora bien, si suena un tercer disparo... ¡es que nos están atacando! ¡Ni casualidad ni leches!

Ahora que van a beatificar al sucesor del Fundattore de la Cossa, viene a cuento recordar este cuento chusquero, porque mucho se habla en la Opus sobre que todas las malas actitudes de los directores -las amenazas, los amedrentamientos, las prohibiciones absurdas de relacionarse con normalidad con la familia carnal, las mentiras y las verdades a medias, las coacciones, los arrinconamientos, las dejadas en la estacada si no se sigue adelante, etc, etc-, mucho se dice que las malas actuaciones que realiza la Opus, en realidad no son malas acciones de la madresantaopusina: son malas acciones de algunos de sus miembros.

Bien. Vale. Correto. Ahora voy y me lo creo.

Pero con la llegada de OpusLibros, se ponen a la vista de todos algunos sucesos ocurridos a lo largo y ancho de este mundo. Y una persona cuenta lo siguiente...

Hubo una vez un Director que dijo a un Miembro que no podía volverse a su ciudad de origen (a 100 kms de distancia) a atender a su padre moribundo, porque en la madresantaopusina tenía muchas labores que atender, le tocaba ayudar a misa al día siguiente y además las 20 pesetas del billete era un gasto que una familianumerosaypobre no podía asumir. El padre murió, y el chaval se jomió: no pudo atenderlo ni verlo morir. Lo que sí pudo es asistir al entierro, acompañado de otro "miembro". Pero fue para ver si se podía acelerar el tema de la herencia: la parte que le tocaba al Miembro iba a ser toda ella para la madresantaopusina, y no le querían quitar el ojo.

Vaya cabullo el Director. Qué tío más sinvergüenza e impresentable. En todos los sitios crece mala hierva. QUÉ MALA SUERTE.

Pero resulta que otro exconfrade nos cuenta otra cuestión, donde la caridad y la justicia brilla por su ausencia. El comportamiento del Director es muy similar al del anterior caso. QUÉ CASUALIDAD!!

Pero mira por donde, las malas actuaciones se repiten por tercera vez. Por cuarta. Por quinta. Por enésima vez. Una y otra vez se repiten atropellos injustificables, faltas de todo, decisiones donde el "amor" solo aparece cuando le damos vuelta al palabro, y podemos leer "roma".

Gracias a este sitio donde todos podemos contar nuestra experiencia, nos hemos dado cuenta de que no éramos un caso único, no éramos atacados por el tiro casual: somos muuuuchos los que hemos sufridos tiros casuales.

Así que ya no hay posibilidad ninguna de que todas esas actuaciones sean fruto de la casualidad. Eso está orquestado, no desde el A-m-o-r, sino desde su vuelta: R-o-m-a.

Es un comportamiento muy mafioso el de descargar sobre los capos menores las responsabilidades de los cabecillas. La culpa la tiene el de abajo: los de arriba son puros e inmaculados y no se manchan las manos.

El señor Alvaro dirigió desde Roma con mano de hierro la opus durante muchos años. Años en los que se produjeron actuaciones sectarias, abusos injustificables, manejo de datos sensibles de miembros y no miembros, atropellos en patrimonios de familias... Bucear en esta web es bucear en los trapos sucios que organizó Portillo desde Roma. Porque ya no cuela eso de que "esas malas actuaciones fueron sólo fruto de la falibilidad humana de los directores locales".

Cuando un mismo tipo de actuación tiene lugar una vez, y otra, y otra, y otra, y otra, y así cienes de veces, eso NO ES CASUALIDAD. Eso tiene una explicación: está ordenado por alguien que se proceda así. ¿Y quién tiene poder para ordenar que las cosas se hagan así? Pues muy claro: lo contrario al Amor: Roma. Y decir Roma es decir Portillo.

Ahora Portillo será beatificado. Pondrán fotos suyas con cara de beatífico. Y toda la mierda que se escondió debajo de la alfombra quedará oculta para siempre.

Así son las cosas. Hay que jomerse. La Justicia en la otra vida.

Flanpan









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