Abandonada la prelatura, pocos meses después decidí ir a Italia en moto para poder conocer algo de Florencia, Pisa, Venecia... y no limitarme a haber conocido sólo Roma por mi estancia en el Colegio Romano.

Me pararon en un control policial y me pidieron la documentación... Los papeles de la moto no tenían problema. Parece que eran mi pasaporte y, concretamente, mi nombre el que sí los tenía. Llamaron por radio y enseguida me di cuenta que tenían que esperar la contestación. Ésta se demoraba, hasta el punto de ir a interesarme a qué se debía esa espera. Me dijeron que había una cierta anotación en mi nombre, y no sabían decirme qué, por eso llamaron y esperaban la contestación.

Me sorprendió que estuviera fichado en Italia, cuando solo estuve escasos 2 años, y apenas había pisado la calle viviendo en Cavabianca.

Resultó que esa anotación correspondía a una etiqueta de "confinamiento en la ciudad de Roma".

La única explicación posible tenía que ser una muy antigua anotación fruto de haberme ido a Roma a estudiar en el seminario del opus, y de eso habían pasado como unos 12 años. Le expliqué lo mismo que ahora cuento, y me dejó marchar preocupado -tanto él como yo- de los líos en que te puede meter una sencilla anotación administrativa no levantada en su momento.

Digo esto porque quizá muchos de los que no tiene nada de nada para demostrar su estancia en la obra de Escrivá, y concretamente de su estancia en Roma, puedan encontrar en el registro policial una anotación como la mía. Quizá la ficha diga dónde vivíamos y algo más... Y esto se podría extender a otros registros policiales en todos los países.

Mucho ánimo a todos, que gracias a este pequeño y continuo "picar" los muros de la obra de Escrivá con instrumentos para nada acordes con la mole defensiva que presenta, al final lograremos derruirlos como cayeron los muros de Jericó, y se hará justicia.

Comentafotos.