La (falta de) autenticidad de las normas del Opus Dei.- Cantinflas
Fecha Friday, 25 July 2014
Tema 070. Costumbres y Praxis


En las ediciones electrónica e impresa del periódico mexicano ‘Reforma’ del (miércoles 23 de junio de 2014), aparece una columna firmada por un sacerdote que es, a la sazón vicario regional del Opus Dei en México. La columna se titula “El Reto de la Autenticidad”. Paradójicamente, el autor tan sólo firma como “doctor en filosofía”. Esto me hizo soltar una carcajada por el humor involuntario que nos regala la prelatura. Minutos más tarde, sin embargo, pensé en la siguiente reflexión... 

No entro a discutir el contenido del texto (aunque simpático y con ideas atrayentes, a mí me suena un poco a disco rayado). Sólo le hago una corrección fraterna a la organización en la que el autor del artículo vive, come, respira, duerme, gobierna y trabaja: el Opus Dei.

¿Por qué no firma como ‘vicario regional del Opus Dei en México', o en caso de que ya no lo sea, como sacerdote de la Prelatura del Opus Dei? ¿Por qué sólo aparece su título universitario (“el autor es doctor en filosofía”, dice la publicación)? ¿Vamos, por qué no pone que es sacerdote católico? ¿No le parece al autor que no ser suficientemente abierto en sus pertenencias y lealtades es una falta de autenticidad?

A mí sí me lo parece. Acepto, sin embargo, que quizá la omisión del vicario regional del Opus Dei en México a firmar como tal y como sacerdote católico fue un error de edición del periódico. Pero me sirve para argumentar mi punto. Si fuera intencional, me parecería extraño, sobre todo por la insistencia en el Opus Dei en que los sacerdotes usen siempre traje talar y se identifiquen como tales.

Creo que no hay que ser demasiado duro con los directores, muchos son víctimas también y ya habrá quien los (y nos) juzgue. Estoy de acuerdo con E.B.E. en que las personas son lo de menos. Lo importante son las rutinas, reglas, entendimientos, prejuicios y relatos que fundamentan al Opus Dei. Son todos ellos los que juzgo pues son incoherentes y carentes por completo de autenticidad.

En una, Antonio Esquivias  nos pide que cooperemos para que el Opus Dei le dé lo que en justicia le pertenece: su jubilación por haber trabajado décadas en la organización. El problema es que, como todos los que algún día estuvimos ahí, no cuenta con ningún documento que acredite su pertenencia. Esto constituye una falta total de autenticidad: eres del opus, pero no puedes probarlo ¿por qué? Vives los tres consejos evangélicos pero tienes que aparentar que no es así. Esos años constituyen un gran paréntesis en nuestras vidas en las que estuvimos comprometidos con un espectro, con ‘nadie’. Los que siguen en la organización, también carecen de mayor prueba de su pertenencia. Salvo por testimonios, no es posible comprobar que uno entregó todo su dinero a la institución, vivió la obediencia en todo lo que concernía a su vida interna (hasta para comprar un bolígrafo), y no mantuvo contacto romántico con el sexo opuesto por estar sujeto al voto de castidad; y no porque no le interesara.

En otra colaboración, E.B.E. ahonda en un tema que ya ha abordado muchas veces: el fraude vocacional del Opus Dei. El fraude consiste en tomar personas que piensan que son laicos corrientes, y hacerles llevar un régimen como de religiosos conventuales (o viceversa) y, en el proceso, lograr que los miembros – sobre todo los célibes – hagan contorsiones mentales para explicar (y explicarse) por qué viven una regla pero son ‘iguales a los demás’ (“Somos los demás” decía San Josemaría). Esta es otra falta supina de autenticidad. Sí, lo tienen más difícil que los Legionarios.

Sugiero al equipo de aop (Apostolado de la Opinión Pública) de la comisión regional de México, sin embargo, que, para la próxima, escojan otro tema menos problemático cuando les ofrezcan una columna para el vicario. Por ejemplo, la opción preferencial por los ricos (influyentes, poderosos, inteligentes, talentosos y virtuosos), que el fundador explicó tan bien con la metáfora de las cumbres nevadas.

El artículo se puede consultar, aunque se necesita estar suscrito al periódico para acceder, revisé la versión electrónica e impresa del periódico y ninguna menciona la pertenencia del autor al Opus Dei.

Cabe aclarar que la página de internet de la obra (www.opusdei.org.mx) no dice nada sobre quién es el vicario regional en México. Pero la página de internet de la conferencia del episcopado mexicano sigue teniendo registrado al mismo autor del artículo como vicario regional de la prelatura personal del Opus Dei (revisada el 23 de julio de 2014) .

¡Saludos a todos los lectores de Opus Libros y gracias a Agustina y a los colaboradores por su valiente trabajo!

Cantinflas

P.D. No incluyo el nombre completo del vicario regional del Opus Dei en México, primero, porque es público y, segundo, para evitar demandas innecesarias dirigidas a Agustina y a OpusLibros. 







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