Un par de comentarios sobre lo que dice EBE en su último escrito "Control sobre el propio destino".

En general, me parece que da en el clavo. La despersonalización y la supresión violenta del yo es un elemento básico del trato del opus dei a sus miembros -al menos a los numerarios. Especialmente cuanto más jóvenes, mayor es la intensidad de este "terrorismo espiritual" basado en la amenaza y la represión contínuas. Pero, y éste es el primer comentario, no veo muy bien qué tiene que ver este terrorismo con la vocación religiosa, conventual o no.

El numerario va a estar sometido al terrorismo sea su estátus canónico el de religioso o el de laico. Es más, y si alguien tiene algo que decir sobre esto me gustaría mucho oírlo, tengo la impresión de que, sistemáticamente, la conciencia personal también era pisoteada y el terror usado en la Iglesia Católica en general. Quizá los que hemos crecido después del Vaticano II vivimos en otro mundo en lo que a este negro asunto respecta.

Segundo y final comentario. Desde luego la perseverancia, para aquellos cuyo carácter no coincide con el militar-monje, tienen mucho que ver con el terror, pero hay otro elemento fundamental en mi opinión, que son los sistemas de indoctrinamiento infantil y juvenil. Consiguen no sólo separar a los chicos y las chicas desde la infancia, sino, lo que es más importante, crear una estrecha mentalidad en la que sólo existe el opus dei, sus prácticas, sus modos de hacer, etc. Así es imposible que nadie tenga un pensamiento crítico o que se le ocurra pensar que su pensamiento propio tenga alguna validez.

Saludos,
Beni Espinosa