Hoy me he despertado sobresaltado, más qué un sueño de noche de verano, ha sido una pesadilla de un amanecer de verano.

He soñado con el cura que me daba teología en la carrera en la universidad de Navarra, ¡¡¡ Qué horror!!!, ¡¡¡qué mal sabor de boca!!!, ese cura primitivo, pequeño y chato, chulo de pandereta y soberbio, humillador de gente noble y ensalzador de peloteros y pasteleros.

En el sueño, volvía a la Universidad a estudiar, pero contaba con una ventaja: las alas llenas de perdigones y madurez. Aquel señor contaba con mi total indiferencia y lo mantenía a raya. Y como era y es un cura retorcido, le decía las cosas claritas. Cómo he disfrutado, sin cortarme, sin respetos humanos…, lástima que haya sido un sueño.

DE ANTAÑO: ¡¡Que abusos!!, qué humilladas, estaba por encima del bien y del mal. En definitiva ¡¡¡QUÉ ASCO!!!, (asco de verdad), con sólo pensar en él, se me remueven las tripas.

¡Qué pena! Este es el recuerdo que me queda de ti, cura meléfico, pequeño y cruel, que como decíamos, en “petit comité” de amigos, D. “nombre del personaje” más vale muerto que vivo.

¿Supongo que no habrás visto la película de Maléfica?, la debes ver, y reflexionar, ¿Cuántas alas de gente noble has cortado para tú ser el rey?

Este sueño me ha hecho salir dolor no curado, del saco del olvido. Hacía años que no me acordaba del susodicho en cuestión.

Si eres cura, que me lees y te sientes aludido, REFLEXIONA.

Buen EXPAX

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