Recuerdo que la afirmacion de que los numerarios somos laicos y no religiosos se hacía con un toque de arrogancia. Nosotros somos mejores. Superamos a los religiosos. "No somos tíos raros como los religiosos" oí en una ocasión afirmar a un cura numerario en una charla. Frente a los religiosos, un mundo que yo desconocía porque siempre me había criado a la sombre del opus dei, los numerarios éramos "gente de buen rollo": hacíamos gamberradas (antes de pertenecer al opus, claro) y estábamos por encima de la supuesta actitud de apocamiento de los religiosos.

Mi sospecha es que "religiosos" era una categoria difusa que, al final, provenía de los complejos que tenía el opus dei y sus numerarios. A mí, personalmente, me importaba poco el ser categorizado como religioso o laico. ¿Qué cambiaría en mi vida? ¿acaso iba el Vaticano a imponerme una vestimenta especial? Además de un complejo mal superado, la oposición laico-religiosos referida a los numerarios me parecía un problema de Derecho Canónico ajeno a mi vida y ajeno a la praxis cotidiana de los numerarios, un problema artificial que tenía su origen en el estrecho mundo en que se movía el opus dei.

¿Qué cambiaría si los numerarios pasasen a ser categorizados por el Derecho Canónico como religiosos? En mi vivencia, el problema no era si los numerarios somos laicos o religiosos, sino la asfixiante praxis cotidiana de los numerarios.

Saludos a todas y a todos compañeros de sufrimiento en el opus dei,

Beni Espinosa