El derrumbe del mito Escrivá-Portillo (III)
Documentos originales de los reglamentos del Opus de 1941
Anexo II. Orden
Guillaume, 28/05/2014
En esta tercera entrega
se publican los documentos originales del apartado correspondiente al segundo
de los anexos al Reglamento de
1941, titulado Ordo.
Resulta muy chocante el
contraste entre el minúsculo compromiso de oración que aparece en el artículo 2
del Reglamento (lo que se entregaba a los obispos, y que daba la
impresión de que el compromiso con la Obra era muy superficial) y el exhaustivo
plan de vida que aparece en el artículo 1 de Orden…
Es notable el sistema de espionaje y control de los fieles de la Obra que ya desde el principio estableció Escrivá, según se muestra en el artículo 3.
Llama la atención que el Consiliario sea quien autorice a los Directores de las sociedades auxiliares para realizar operaciones entre mil y cien mil pesetas (artículo 11, n. 11); y que sea el Padre quien deba autorizar las operaciones de más de cien mil pesetas en todas las actividades apostólicas de los socios (artículo 13, § 8). ¿No han dicho siempre que la Obra no interviene en esas sociedades ni en las actuaciones de sus fieles?
Le llama especialmente la atención a Franco:
- el interés de Escrivá por determinar -hasta en los menores detalles- la prelación entre los miembros.
- que el Padre deba autorizar las operaciones de más de cien mil pesetas en todas las actividades apostólicas de los socios (artículo 13, § 8).
- que sea el Padre quien deba autorizar que un socio se dedique a la enseñanza privada (artículo 13, § 10), cuestión que no se entiende mientras no se conozca que el espíritu de la Obra es ocupar cargos públicos (Espíritu, 28).
- que sea el Administrador General de la Obra, nombrado por el Padre, quien controle el aspecto económico de las actividades personales y colectivas de los socios (artículo 16, § 8).
- especial subrayado hace Franco del artículo 18 § 1, donde se indica que los que hoy se llaman Numerarios e Inscritos, deberían entregar a la Obra todos sus ingresos, cuando en el Reglamento se decía que la Obra no tenía como ingresos más que las limosnas de sus socios y una cuotas minúsculas (art. 10, §§ 1 y 2).
Uno lee estas cosas y las compara con las afirmaciones del mismo Escrivá en Conversaciones, y se queda estupefacto del cinismo de este personaje, lamentablemente canonizado.
Guillaume
Reglamentos. Documentos originales. Entrega III
Reglamentos. Documentos originales. Entrega I
Reglamentos. Documentos originales. Entrega II
Reglamentos. Documentos originales. Entrega IV
Reglamentos. Documentos originales. Entrega V
Reglamentos. Documentos originales. Entrega VI
