Parece que quedaron congelados como adolescentes.- amalio
Fecha Monday, 26 May 2014
Tema 010. Testimonios


Hace unos meses he descubierto la página y la he venido leyendo. He conocido muchas de sus historias de vida. Me voy a presentar, no soy ex miembro de la prematura, ni lo he sido. Sólo he recibido algo de formación, mantengo contacto esporádico con algún sacerdote, y en realidad siempre he sentido un mutuo aprecio. Me acompañaron cristianamente en momentos dolorosos de mi vida y también en los prósperos y felices. Hace tantos años que voy por los centros que no puedo precisar si en algún momento sentí presión para que me asociara. Pero, simplemente el Señor no lo quiso. Tanto ellos como yo nos lo planteamos en más de una oportunidad.

Sin embargo, al leer las distintas vicisitudes que ustedes cuentan, algo me empezó a hacer ruido en mi cabeza. Es la vida que llevan los que conozco, que están adentro. Por un lado yo he visto y percibido mucho de lo que relatan a menor escala, lógicamente por mi menor compromiso. Pero o bien me dieron respuestas o bien me las di yo, y acepte todo como muy lógico y con otra visión. La opinión de ustedes les aseguro que cuenta como de hermanos con más experiencia. Y veo que no todo es negro o blanco, los grises son miles.

En primer lugar, y el motivo por el que me decidí a escribir es por el inmenso cariño que siento por los hermanos de adentro que aún están. Me han hecho pensar en lo sacrificada que debe ser su vida, en la tribulación de aquellos que quizá estén con la duda de que hacer, en el desarraigo que viven, en la soledad acompañada, en esa frágil jaula de cristal que puede ser para algunos vivir la vocación que quizá no tienen.

Entiendo que sea cual fuere la edad que pitaron, los que trato ahora son mayores, (aunque también los hay de 17, 19, y veintialgunos) y cada uno vuelve a renovar su decisión día a día, como en un matrimonio. Uno es quien tiene que empezar a plantearse el sentido de la incomodidad y ver como modela su vida y bla bla bla. Todo lo que uno supone de un adulto. Pero según lo que cuentan, ellos a veces son como adolescentes, como que quedaron congelados el momento que entraron. Y sobre todo les falta muuuucha calle!

Y es allí donde siento que se puede intervenir. Me gustaría serle una válvula de descompresión. Intuyo, pero no lo sé, que algunos están pasando el trance. Como dicen empastillados, con depre. Poco aislados de la movida. Y entiendo que no muchos le van a facilitar, aunque sea, un afloje en la estricta regla de vida, que los ayude a ser más felices.

Cada uno vive la realidad de su vocación de forma muy diferente según se refleja en las historias. Las hay muy dolorosas e injustas, muy humildes y sobrias, muy llenas de afanes y desencantos, todas, todas llenas de la enorme generosidad de la ingenuidad. No todos creo que quieran, deban, puedan o necesiten irse. Les agradecería alguna sugerencia, por ahora sólo se me ocurre acompañarlos, hacerle pasar buenos ratos y algún que otro presente que pueda alegrarles la cosa.

Les aseguro que elevo ir corazón al Señor de los Cielos y la Tierra para que todos, especialmente los que han dejado encuentren felicidad y no tengan una pizca de encono en sus corazones. Son todos muy valiosos, espero seguir en contacto.

amalio









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