Hola.
Quisiera expresar a la persona que
corrigió al papa en el L’Osservatore Romano, y que seguramente lee
opuslibros, que ya no hay excusa para seguir mintiendo. Nos mintieron a todos
nosotros los que escuchamos el interminable cuento de la biografía perfecta del
fundador. Esas mentiras se propagaban en los centros, en los clubes. Luego, las
mentiras de los escritos internos, la de las “biografías”. Pero utilizar un
lugar de la catolicidad para corregir al papa ya es el colmo de los colmos.
Ya no se trata de proteger con mentiras al fundador: se trata
de proteger a su obra. Y ahí, hasta el papa pasa a un segundo plano. No hay
derecho a que algunos sea capaces de entrar a los entresijos del Vaticano y
cambien, mientan, adulteren.
¿Y todos los que fuimos sometidos a tantas mentiras? ¿No
tendremos algún derecho? Y luego resulta que según el opus dei, los que
participamos en opuslibros somos personas de dudosa moralidad.
Yo le pido al papa, que les aclare a los del opus dei si al
Espíritu Santo sólo se le conoce por mediación de la “gracia de estado”, porque
en ese supuesto les hacen vivir.
Paiquito