Me había hecho muchas ilusiones, había creado mucha expectativa...

Nuestra hija hizo un viaje de una semana SOLA, para pensar y reflexionar sin influencias de ningún tipo. Yo esperaba un encuentro con Dios y con ella misma! La psicóloga me había dicho que esta era la recta final y que sólo necesitaba un empujón para tomar la decisión...

Volvió de su viaje y me comunico que seguirá perteneciendo a la "Obra"...

Sentí como sí el mundo se me viniera abajo. El silencio y las lágrimas se apoderaron de mí. Sólo pude pensar que esto es como una adicción!!!

Reúno documentos, escritos y cosas que he ido descubriendo... No sé sí puedan servir de algo en el futuro.

Escribí al Papa... En realidad no sé sí la carta llegue, pero con la ayuda de Dios espero que así sea. La idea que da vueltas por mi cabeza todo el tiempo, es que no quiero que otros padres sufran lo que nosotros hemos sufrido, y que el Papa Francisco está limpiando mucho casa adentro...

Mi hija aumentó nuevamente su dosis de pastillas, dice que seguirá en nuestra casa mientras se mejora. Dice que sí el Opus tuviera la culpa de su estado, en estos tres meses que ha pasado con nosotros ya estaría bien. Planea cambiar las cosas, pues asegura que es ella quien ha manejado mal el asunto (una culpa más).

Pensamos seguir los consejos que Dionisio y Perladeladriatico nos han dado. Apenas ella vuelva al Centro nos desvincularemos de las responsabilidades económicas vinculadas con las actividades de la Obra.

Duele, cómo duele...

Gracias por todos sus aportes, nos consuelan y nos dan fuerzas...

Sinfonía