Estimada Dña. Pilar:

Ya veo que Vd, al igual que otros miembros de la Única Prelatura Personal de la Iglesia, lee este "blog grupal". Me alegro porque, de esta manera, estará enterada de lo que le ocurre a muchos de sus ex-hermanos y ex-hermanas, entre los que me incluyo.

Vd, de común tan valiente, debería haberlo sido en el artículo que ha escrito en arvo.net. Lo digo porque no se atreve a poner el nombre del citado "blog grupal", porque todos, o muchos de sus hermanos y hermanas, se irían derechos y derechas a informarse qué tiene de novedoso, si no lo conocen aún, el susodicho blog. Y, claro, no estaría bien que los que aún no lo conocen, sepan que hay muchos ex que salieron del opus Dei, desde trastornados psíquicamente hasta con su físico maltrecho. Y, todo, todo, ocasionado por sus aberrantes prácticas.

Con la edad me estoy volviendo egoísta: basta que ese daño sólo me lo hubieran ocasionado a mí, para que este carta sea hábil. Pero no, Sra. Urbano, el daño ha sido ocasionado a muchos,y a conciencia, ya que se sabía que, por esos caminos que se siguen, producen enfermedades. Lo último que dice en su artículo, aquello de "la fuerza de quien lo dice", perdóneme, pero he caído en una hilarante carcajada, al leerlo. Precisamente, el que lo dice, con la santa desvergüenza creada por él, ha fabricado un mundo lleno de mentiras. Y se lo dice, Srta. Urbano una persona a la que han mentido familiares, sacerdotes y médicos. Da la casualidad, que todos ellos pertenecen a su prelatura.

Nikita