Querida Pilar Urbano, ¡no sabes cuánta alegría me produce saber que lees esta web!.
Te voy a tutear, aunque tu seas una prestigiosa profesional y yo una simple mujer sin oficio ni beneficio, que lleva trabajando toda su vida por amor al arte, un buen puñado de años engañada por tu familia espiritual, y el resto por libre decisión mía. Y te tuteo porque hemos sido hermanas en la misma barca.
Unas cuantas cosas quiero decirte, y no sabes el gustazo que me produce dar la cara esta vez y siempre.
Marcus Thank yo tampoco sé quién es, pero no me extraña que se oculte porque tus hermanos ¡no sabes con qué celo persiguen y machacan! Ríete del amor a la verdad, de la compasión cristiana, del poner la otra mejilla….
A mí personalmente no me sirven para nada los escritos que publicas de mano de Portillo porque a estas alturas de la película tengo más que convicción de que el carisma del Opus Dei es la MENTIRA. Si hermanos tuyos y míos que aquí escriben, pueden decir que son autores de cartas firmadas por Escrivá, y fechadas 20 o 30 años antes, qué nos vas a decir tú ahora sobre la veracidad de lo que muestras. Yo no lo creo.
Si lees esta web desde hace tiempo, tienes más que pruebas de las infinitas mentiras en todos los órdenes del fundador de la obra. Sabes más que de sobra cómo se cambian los hechos de la historia de la prelatura, de cómo desaparecen nombres, fotos, cambian los hechos…. ¡qué nos vienes a contar!
Un señor que nos exigió a todos con menos de 25 años, al hacer la fidelidad, que hiciéramos testamento a favor de sociedades interpuestas y dependientes del Opus Dei, y luego va él y se muere sin testar. Y como esto, tantísimas cosas.
Otro tema….y ahora me meto contigo. Me parece abochornante que tú que vives y haces lo que te da la gana, porque al Opus Dei le compensa dejarte hacer (en mi opinión porque aportas un buen dineral), no pelees con determinación para que todas tus hermanas disfruten de la misma libertad que tú. Cada quien es responsable de su vida, desde luego. Pero tú sabes que hay personas débiles de carácter, que han sido captadas muy jóvenes o en momentos delicados de sus vidas o de sus familias. Y esas personas van apagándose en los centros, van perdiendo la cordura, van dejando pasar los años hasta convertirse en viejas sin cumplir los 40, sin oficio ni beneficio, sin salud, sin posibilidad de recobrar su propia vida. ¿Qué haces tú? Porque tú, no se sabe bien en virtud de qué privilegio disfrutas de tu estudio, donde perderte cuando te parece, mientras que tantas hermanas tuyas no se pueden perder ni en su dormitorio-.
¿Y qué me dices del fraude laboral del Opus Dei? ¿Qué hay de la cotización de las numerarias administradoras y de las y los oficiales de delegaciones? ¿Qué no lo sabes? ¿No conoces lo que tienes delante y tienes certezas en temas del estado nacional? ¡Curioso! Simplemente no lo creo. Pienso más bien en ese extraña moral vuestra que comulga con ruedas de molino.
Ya está bien por hoy. Te dejo en paz. No sabes qué gustazo me ha dado poder decirte todo esto. Yo no tengo miedo. Podéis mandarme a los infiernos las veces que queráis. Todo me da igual, gracias a Dios.
Un saludo respetuoso y mi deseo de que pienses seriamente todo lo que te digo.
Carmen Charo Pérez de San Román
