De obispos, marqueses y viudas. Respuesta a Josef Knecht.- Dionisio
Fecha Wednesday, 09 April 2014
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Querido Josef Knecht: Me ha gustado mucho tu historia sobre las huidas de algunos obispos electos. Realmente es graciosa y lo cuentas muy bien. Por otro lado, lamento haberme expresado tan mal como para dar a entender que hay poca o ninguna diferencia entre aspirar a ser obispo de una diócesis y aspirar a ser marques. Hay mucha diferencia.

Coincido contigo en la gravedad de estas revelaciones a la luz de las canonizaciones habidas y por haber. Realmente es un asunto escandaloso, pero tampoco me sorprende mucho, cosas iguales y peores ya se han hecho y se van a hacer, como canonizar a Pio IX. Tiene castañas… Coincido plenamente contigo en que la esencia de la cuestión, mucho más importante que el narcisismo de nuestro santo marqués, es tratar de descifrar para qué quería ser obispo. Me sorprende que supongas la posibilidad de que ese personaje tuviera la menor intención de llevar a cabo misión diocesana alguna. A la vista de todo lo que vamos sabiendo de su peculiar forma de vivir su vocación, yo tengo bastante claro que el episcopado era un instrumento para sus fines personales. Supongo que para la incipiente organización era algo más prestigioso haber sido fundados por el obispo de Vitoria, que por un curita cualquiera, con una dudosa incardinación, que apenas contaba con una simple aprobación del obispo de Madrid. Pero esto solo son suposiciones. De todas formas, hasta que alguien descubra algún documento que exponga cuáles fueron sus intenciones sobre sus aspiraciones episcopales, todo lo que digamos cualquiera de nosotros serán solo suposiciones, razonables o disparatadas, pero suposiciones.

Cuando pensaba justamente en para qué querría el santo marques del lado oscuro una mitra me acordé de unas palabras de D. Quijote a Sancho. Están en el capítulo 25. Don Quijote le cuenta una historia sobre una viuda joven, rica y buena moza que se enamora de un joven con buena pinta, pero sin cultura ni muchas luces. Alguien le reprocha a la viuda que haya elegido semejante pareja cuando ella podría haber seleccionado consorte entre doctores y letrados, que hubieran sido mejores candidatos para desposar a la viuda. A lo que la viuda responde que para lo que ella lo quiere, su elegido sabe más filosofía que Aristóteles. Pues eso, ¿qué pensaría hacer con la mitra aquel peculiar personaje?

Por cierto, que si llegan a llover mitras y una cae sobre mi cabeza se la regalaría a mis hijos para que jueguen en el próximo carnaval. Quizá tú hicieras otras cosas con la que cayera en tu cabeza, pero eso no lo sé, amigo Josef.

Un abrazo muy fuerte desde el Areópago. Y una feliz Pascua para todos.

Dionisio el Areopagita.









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=22177