Gregorio Sigue pasando el tiempo y aunque
algunas veces las cosas cuestan bastante poco a poco uno se va haciendo al
mundo real. Creo que la historia de mis aportaciones en esta web ha seguido una
tendencia progresiva: comencé
pidiendo auxilio, luego escribí
a otra que lo estaba pasando mal... ahora, que estoy más agustito, me
gustaría entrar en harina de otro costal.
Hoy -dentro de mis reflexiones- me gustaría
trasladaros algunas ideas que durante estos días estoy considerando. Se trata
de una mentira institucional en toda regla: no todos los miembros tienen la
misma vocación. Hay diversas vocaciones dentro del Opus Dei.
Y es que en el capítulo II de los Estatutos de la
Prelatura, en el artículo nº 6 aptdo 1 se indica que las personas que piden
la Admisión –y que efectivamente son admitidas- se incorporan automáticamente a
la Prelatura. No se hace distinción alguna según tipología de miembros. Justo
lo contrario: se indica que TODOS buscan el mismo fin, cultivan el mismo
espíritu y viven idéntica praxis. En este aspecto es conveniente agregar que la
distinción tipológica de miembros en la Prelatura no está marcado por un sello
contractual sino de disponibilidad habitual para poder ocuparse de
encargos de formación y de determinadas iniciativas apostólicas. En la
Ceremonia de Fidelidad se hace referencia a la perpetuidad del contrato y a la
voluntariedad del mismo. También se pide al Señor, con la inestimable
cooperación del Espíritu Santo, ayuda para la perseverancia a la vocación. Desde
el artículo 8 al 15 de los Estatutos se describe grosso modo las
características principales de cada uno de los miembros que conforman la
Prelatura. A saber:
Numerarios: fieles o
clérigos que viven el celibato apostólico. Ordinariamente viven en Centros de
la Obra. Se dedican con todas sus fuerzas a las tareas apostólicas y
formativas. Tienen un título superior.
Agregados: fieles
laicos que viven el celibato apostólico. Deben de ocuparse de sus necesidades
lo que les lleva a vivir con su propia familia. Asumen, de ordinario, los
mismos compromisos que los Numerarios.
Supernumerarios: fieles
laicos, solteros o casados. Con la misma vocación divina que el resto de
miembros. Viven el mismo espíritu en la medida de sus posibilidades. Tienen una
disponibilidad para las tareas apostólicas siempre compatible con sus
obligaciones familiares, sociales y profesionales.
El hecho de que una persona no esté dispuesta a
proseguir su relación con la Prelatura bajo una figura determinada no quiere
decir que tenga que dejar el Opus Dei ya que la
vocación sobrenatural vislumbrada es indiscutible. Por tanto, según los Estatutos de la
Prelatura no hay inconveniente en que eso pueda tener lugar. Es por ello,
que hay supernumerarios que pasan a agregados o numerarios.
Ahora un supuesto. Hay una persona que tiene
claro que ha recibido por parte de Dios una vocación sobrenatural para formar
parte del Opus Dei. Esa persona ha permanecido años sirviendo a Dios a través
de la Institución como Numerario. Llega un momento en el que se da cuenta que
no es feliz y simplemente su "disponibilidad actual" cambia porque
cambian las circunstancias. Mi pregunta es la siguiente: ¿tiene que escribir
una carta de dispensa de sus compromisos vocacionales cuando realmente es
consciente de que tiene vocación al Opus Dei, cuándo realmente está abandonando
dicha vocación obligado por la Institución que pone por delante el ejemplo a
los demás que una vocación sobrenatural?
Creo que este tema debería de ser revisado
por parte de la Prelatura, la cual, en los últimos tiempos está viviendo un
proceso de escasez vocacional bastante llamativo.
Agradecería opiniones al respecto.
Gregorio