Le he seleccionado, Thomas, dos ejemplos que podríamos calificar de victimismos.
Los siguientes textos forman parte de las publicaciones del
Opus Dei con el fin de “explicar” los vericuetos lógicos de su esencia. Añado al
principio de cada uno, los vínculos de internet (de esos que son de la obra
pero no son) en donde se pueden ver, y dejo al criterio del lector que juzgue
si se trata de verdaderos ejemplos de victimismo o no. Al final de cada texto
pongo mi humilde comentario.
EJEMPLO 1
Lo copio y lo pego del sitio:
“Cuando
un seglar se erige en maestro de moral
se equivoca frecuentemente:
los seglares sólo pueden ser discípulos.”
La idea
proviene del P. Sánchez, confesor de San Josemaría, y así lo anotó éste en su
Cuaderno, día 15-X-1931, nº 329 [1]:
«Oí decir
al p. Sánchez que, cuando un seglar se erige en maestro de moral, se equivoca
siempre. Los seglares –añadió– sólo pueden ser discípulos».
Al preparar el texto
impreso, el tajante siempre del
P. Sánchez se transformó en frecuentemente. La formulación del
pensamiento hoy nos puede parecer chocante. Pero el mensaje de este punto se
entiende bien situándolo en su contexto histórico. La teología moral que el P.
Sánchez y San Josemaría Escrivá habían estudiado era la propia de la época,
casuística y orientada a la confesión sacramental y a preparar confesores; una
teología que, por su propio método, presupone en el docente la «experiencia» del
confesor.
Es evidente que el
criterio aquí asentado no excluye que seglares puedan –incluso deban– estudiar,
escribir y enseñar, desde una perspectiva académico-científica, sobre
cuestiones de ética, de moral, de doctrina social de la Iglesia, de bioética,
etc.
Fin del texto.
En mi humilde opinión. Opinión de un simple “seglar” (laico).
Este punto de camino es efectivamente
chocante, pero como dice el apologista: “la culpa es del Padre Sanchez”.
Ja, ja, ja. De verdad que es graciosos e indignante (como el
Capitán Garfio).
Siguiendo esa lógica podríamos decir que entre la Jerarquía Eclesiástica
y los seglares se encuentra otro grupo intermedio (que se equivoca más que los
ordenados pero menos que los legos) y se trata de los religiosos (que deciden
formar una comunidad siguiendo los consejos evangélicos).
Por otro lado, es muy emblemático que el Papa Francisco se
haya puesto el nombre del religioso “San Francisco de Asis” el cuál no recibió
el sacramento del orden jamás, ni siquiera fue diácono. Entonces ¿por qué El
Papa Francisco escogió el nombre de un religioso si la infabilidad se
encuentra en las cumbres de la jerarquía?
EJEMPLO 2
Lo copio y lo pego del sitio:
Juan XXIII y el Concilio
«El Padre se alegró mucho por la convocatoria del Concilio Vaticano II y,
apenas Juan XXIII la hizo pública, le envió inmediatamente una carta llena de
gratitud. Entre otras cosas, preveía que el Concilio colmaría la laguna
teológica sobre el papel de los laicos en la Iglesia, como de hecho sucedió.
Pensó que podían convocarle en calidad de presidente general de un Instituto
Secular, pues ésa era entonces la configuración jurídica del Opus Dei. En ese
caso debería participar como Padre Conciliar junto a otros superiores de
Instituciones incluidas en el estado de perfección. Aunque deseaba muchísimo
intervenir personalmente en las reuniones conciliares, no le pareció
conveniente tomar parte a título de presidente de un Instituto Secular. De
hecho podría significar, si no la aceptación de un estatus jurídico inadecuado
a la naturaleza de la Obra, al menos un dato que constituiría un precedente
poco favorable para la futura revisión del encuadramiento canónico del Opus
Dei. Expuso a la Curia los motivos por los que no consideraba prudente
participar en el Concilio, y su decisión fue bien comprendida.
Entonces Mons. Loris Capovilla le invitó a intervenir como perito del Concilio,
trasladando el deseo del Santo Padre Juan XXIII. Nuestro Fundador reiteró una
vez más su disponibilidad total e incondicionada, pero, después de haber
agradecido la invitación, explicó las razones por las que preferiría no
aceptar, sometiéndose, en todo caso, a la decisión del Papa. En resumen eran
éstas: por un lado, no podría dedicar a esta misión todo el tiempo necesario;
por otro, varios hijos suyos obispos eran Padres conciliares, y resultaría
chocante que interviniese como un simple perito: no se trataba ciertamente de
una actitud de vanidad, sino del deseo de evitar malentendidos a la Santa Sede.
Si el Fundador del Opus Dei hubiese aceptado el nombramiento de perito, tras
haber rehusado el de Padre Conciliar, alguno podría pensar que lo que buscaba
era moverse entre bastidores. En cambio, los que no estaban al corriente de la
situación podrían pensar que al Opus Dei no se le concedía ninguna importancia
eclesial.
Al mismo tiempo, nuestro Fundador ofreció a la autoridad eclesiástica
competente la colaboración de toda la Obra y de sus miembros, muchos de los
cuales, efectivamente, participaron en la preparación y desarrollo del
Concilio.
Por lo que a mí se refiere, me exhortó a aceptar varios nombramientos de
diversas Comisiones del Concilio y a poner todo mi empeño en esta tarea. Al
comienzo de los trabajos fui nombrado perito conciliar, Secretario de la
Comisión para la Disciplina del Clero y el Pueblo Cristiano, dentro de la cual
tuve que intervenir muy activamente».
(Álvaro del Portillo, Entrevista sobre el Fundador del Opus Dei, pp. 21-22)
Fin del texto.
Este ejemplo me indigna muchísimo y no me causa nada de
gracia.
Las Iglesias Orientales, los Luteranos, los Anglicanos, y un
largo etc. de comunidades cristianas y no cristianas asistieron al Concilio
Ecuménico convocado por Juan XXIII.
Monseñor Josemaría NO FUE, porque tenía cosas más
importantes que hacer, en vez de perder el tiempo en Aquel Concilio donde descendió
con toda su fuerza el Espíritu Santo en la Iglesia Católica.
Escucha numerario, no eres un “número” eres nuestro hermano e
hijo de Dios.
ravelo