Perplejidades.- Ramón
Fecha Wednesday, 12 February 2014
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Hola,

En primer lugar una no - perplejidad: la entrevista a Agustina en Radio Euskadi está que se sale. Enhorabuena.

A lo que iba. Hace unos días Dionisio nos mostraba su sorpresa por la forma en que las autoridades religiosas dicen grandes verdades, denunciando situaciones de pecado, pero a la vez no dan ni un solo nombre, con frecuencia ni siquiera pistas. Evidentemente, Dionisio habla de la -desde esta página- tan demandada intervención papal del Opus Dei. Pero esto se debe leer a la luz de lo que está pasando en la Iglesia ahora mismo.

Resulta un tanto desorientador, para quienes reclaman esto, la reforma en curso de una situación mucho más grave, la de los Legionarios de Cristo. Está muy bien que los miembros de esa institución se lamenten y pidan perdón a los damnificados por los abusos sexuales, que eran conocidos por todos. Pero hete aquí que:

a) la Legión no volverá a utilizar ningún texto de su fundador Maciel.

b) dicen que han hecho todo lo "humanamente posible" para ayudar a los damnificados.

Uno no entiende que se pueda prohibir los textos de un fundador y la institución quede en pie. Sería como abolir la regla de San Benito y pretender que siga funcionando su orden. O quitar el evangelio y que la iglesia siga en pie. Y no por nada, sino porque el fundador era un criminal.

Por otra parte, no se entiende bien qué quieren decir con "lo humanamente posible" para ayudar. No se habla de un fondo financiero para pagar indemnizaciones o dar apoyo psicológico, ni de una profunda relectura de su vivencia del evangelio. Hay exmiembros que dicen que esa orden religiosa debiera ser directamente disuelta. Pues no, se poda y basta: a seguir con la sotana almidonada y el zapato de charol, que en las recepciones de alta sociedad dan muy bien.

No es de extrañar que Roma se lo piense dos veces antes de hacer nada: el follón que hay organizado con los casos de pederastia es tan grande que ha llegado a la ONU. Pero, para variar, la respuesta de la Santa Sede ha sido la de siempre: "tú más" "hay otros pecadores" "estamos haciendo cosas, pero no nos comprenden" "nos tienen manía" "es una campaña"... Y la gran perla "no se debe meter prisa al Papa". Ahora sí que la han liado.

Vamos a ver, si no se pude meter prisa al Papa por un caso sangrante, que él mismo ha condenado duramente, ¿qué podemos esperar de otros casos menos graves como es el Opus Dei? ¿Cómo es posible que la Santa Sede no de pasos claros, trasparentes para atajar esos problemas? Sólo cabe la explicación de que en realidad la cosa sea mucho más grave. Da miedo.

Sólo así se entiende que con el Opus Dei no se haga nada, puesto que se abriría otra vía de agua donde de momento no la hay, sino que incluso, gracias a los contactos políticos con gobiernos conservadores, se consiguen todavía prebendas como concertación o encomiendas de colegios públicos, cesiones de terrenos, etc., etc... Vamos, que por no hacer la reforma en su momento, la casa amenaza ruina.

Encima, no es verdad que Roma "tenga paciencia" con nadie. Pedro Arrupe dijo esto en la congregación de los jesuitas en 1974:

·         «Nuestra Compañía no puede responder a las graves urgencias del apostolado de nuestro tiempo si no modifica su práctica de la pobreza. Los compañeros de Jesús no podrán oír “el clamor de los pobres”, si no adquieren una experiencia personal más directa de las miserias y estrecheces de los pobres»

·         «Es absolutamente impensable que la Compañía pueda promover eficazmente en todas partes la justicia y la dignidad humana, si la mejor parte de su apostolado se identifica con los ricos y poderosos o se funda en la seguridad de la propiedad, de la ciencia o del poder»

·         Sentimos inquietud a causa de las diferencias en la pobreza efectiva de personas, comunidades y obras.

·         En este mundo en que tantos mueren de hambre, no podemos apropiarnos con ligereza el título de pobres. Debemos hacer un serio esfuerzo por reducir el consumismo; sentir efectos reales de la pobreza, tener un tenor de vida como el de las familias de condición modesta… examinar capítulos de comidas, bebidas, vestuario, habitación, viajes, vacaciones…

Siete años más tarde sus desencuentros con la Santa Sede le habían provocado un ictus y Juan Pablo II había nombrado un prepósito saltándose las normas de la Orden.

En fin, esperemos que este Papa, tan bien intencionado, tan pleno de mensajes y signos esperanzadores, los lleve a cabo, le dejen llevarlos a cabo, y el Espíritu obre por fin en su iglesia lo que empezó con el Vaticano II y luego no le dejaron seguir.

Que Dios os guarde

Ramón









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