AP está arriba.- Al Chile
Fecha Monday, 10 February 2014
Tema 010. Testimonios


No lo digo por aquella anécdota donde un día llaman al teléfono de comisión regional en México pidiendo por el notario, aún no era cura, y la “portera”, así se llama a la numeraria auxiliar que contesta las llamadas telefónicas y abre la puerta en la entrada de las casas del opus, preguntó a las otras auxiliares que estaban junto con ella en la portería haciendo trabajos de lavado, planchado, costura, doblando calcetines de los gerifaltes opusimos mexicanos, que si el Licenciado se encontraba en casa, a lo que una responde: “APstarriba” o sea la persona buscada y nombrada por sus siglas, AP, se encontraba en un piso superior de la comisión, pero lo que se entendió es que arriba olía mal y todas las presentes rieron a carcajadas porque esa frase, dicha rápidamente, describe bien al interfecto. Tal vez dicha auxiliar percibía desde hacía años ese bonus odor AP del que desde el viernes ya todos sufren en el cielo.

El encabezado del presente escrito lo digo porque el Padre Alberto Pacheco Escobedo murió el pasado viernes 7 de febrero a los 83 años de problemas respiratorios y está arriba, en el cielo, pues siempre quiso actuar rectamente pero resultó víctima de las circunstancias… de su prelado javi y de Carlos con quién desde los años setenta no se entendía. Un día que Alberto llegó tarde a una sesión con sus alumnos del IPADE Carlos le dijo: “esto no es la UNAM”, Universidad Nacional, y lo corrió. Así rompieron lanzas...



Pacheco tenía buen sentido del humor. Se reía de él mismo. Le gustaba contar que siendo estudiante de la carrera de Derecho en la Escuela Libre de Derecho se apuntó como candidato a Presidente de los estudiantes con el lema: “Vota por Pacheco, feo, pero exótico” y de esta manera ganó a la planilla de su oponente el también miembro del opus Padre Nacho Campero que era su compañeros en la Universidad. El lema usado no demeritaba en nada a la forma de ser del Licenciado Pacheco.

Alberto siempre fue un consentido de Escrivá, lo hizo su delegado en México, participó en varios de los Congresos Generales del opus; durante décadas, continuamente iba a Roma a asesorar al fundador en sus enredos jurídicos y le decía al notario, tú no te ordenarás por ahora, me ayudas más en los temas jurídicos, y también en los económicos, pues entre otras cosas era uno de los representantes en México de la empresas Osborne, propiedad de la obra. Organizó el viaje del fundador a México en 1970 y a del Portillo en 1983 y 1988 donde no se les separaba ni un momento.

Ganaba bastante dinero con su notaria, impartiendo clases, dando asesorías a empresas y particulares, inversiones y otros negocios como la editorial Panorama que fue regalada el año pasado por el notario que lo suplió a un muchacho que se dedica a los negocios editoriales. Pacheco fue el primer editor del libro de grandes ventas de “Juventud en éxtasis” por lo que fue criticado dentro de la cosa.

Pero todo lo bueno se acaba. Para el cambio de suerte de Pacheco hay una fecha concreta, un punto de inflexión donde de golpe y porrazo cambió la vida de Alberto y comenzaron sus problemas vitales. Ese día fue el 23 de marzo de 1994. Muerte de del Portillo. Alberto se preparaba para ordenarse sacerdote unos meses después. Además Javi nombra a su ex compañero de Colegio Romano y futuro consejero plenipotenciario de facto como Delegado en México por lo que la suerte estaba echada para Pacheco.

Resulta que después de ordenado, listo para volver a México, el flamante cura se encuentra con la sorpresa de que Carlos había maniobrado para que lo mandaran a Colombia. “Estará insoportable aquí”, me dijo Carlos. “Si de por sí tiene muchos conocidos e influencia, ya como sacerdote seria inaguantable y no habría manera de controlarlo”, terminó diciendo el ex rector y en ese entonces flamante delegado del prelado. El pretexto era que como vino a vivir a México el difunto Don Nacho Gómez Lecomte pues México debía enviar a ese país un sacerdote en reciprocidad.

Alberto acusó el golpe y sufrió su estancia lejos de sus intereses por lo que continuamente rogaba a su prelado regresar a México hecho que tardó más de lo que hubiera querido. Por fin le dijeron que regresara pero a la norteña ciudad de Monterrey, lejos de sus contactos del Colegio de Notarios de México, jueces y jurisconsultos y otras personalidades que frecuentaba. En ese momento Alberto se dio cuenta que ya no era nadie en el opus mexicano. El que tantas veces vio cómo se marginaba a los numerarios para quitarles poder ahora lo padecía en carne propia en la ciudad preferida para desactivar “grandes” personajes de la cosa y por tanto sabia del triste final que le esperaba.

Comento brevemente que en México cuando ya no saben qué hacer con esa gente que ha estado muchos años de director y pedirles que dejen esa carga, que no cargo, los mandan como directores a Monterrey y ahí entre otras cosas por el clima tan extremo, estos días que hemos tenido en Monterrey me dan la razón pues al medio día puede haber 42 °C sobre cero y a las 7 de la noche a 11° C; pues muchos de esos miembros a los pocos meses con frecuencia piden que los muevan y los cambien de ciudad entonces los directores mayores les dicen, muy bien, te vas a la ciudad que quieres pero ya no como director sino como pueblo fiel pues en Monterrey es dónde te necesitamos pero como tú nos lo pides…, y así, de esta manera la jugada sale redonda a los mandones de la cosa pues se deshacen de un miembro que ha dado toda su vida a la obra pero ya estorba por su edad o porque ha perdido el impulso con los jóvenes de San Rafael o tal vez ya es mal visto o mil razones absurdas.

Pues Alberto, para aliviar esa tristeza y amargura de lo que veía convertirse su vida, se refugió en el seminario Hispano de Santa María de Guadalupe donde mostraba una alegría que ya no se le veía dentro del opus, durante muchos años iba a confesar a los miembros supernumerarios viejitos a sus casas y se le podía ver todos los domingos confesando durante las misas en el templo del santo fundador en Santa Fé, ciudad de México pero su influencia y poder en la obra quedó anulada.

Y su recuerdo me hace pensar cómo una persona que llegó a las cumbres en la prelatura y fue uno de sus “pensadores” en el terreno jurídico, iniciador y pilar fundamental en el inicio de la labor del opus en México; testigo único y excepcional de un milagro del fundador en el que profetizaba su muerte con esa famosa imagen de que al santo le gustaría morir recibiendo una rosa de la Santísima Virgen, que luego contaban constantemente como un signo claro de la santidad del fundador. Pues ese gran personaje vino a terminar en una vida triste y amargada al perder poder sobre la gente y olvidado y hecho a un lado de su torpe prelado por las maniobras de su delegado en México.

Muchos recordarán a Don Alberto en esos años setentas y ochentas donde iba con sus vecinos del centro de estudios, CIES, a recorrer el centro de la ciudad de México y sus pueblos vecinos contando historias, comiendo helados, disfrutando de los paseaos y hasta degustando carne de iguana cuando llevaba a los “gringos” que visitaban Montefalco. En tertulias platicaba sobre la revolución mexicana, sus líderes, sus batallas haciendo especial detalle en la de Celaya. Y cuando la cosa se hizo prelatura daba y daba clases y conferencias por todos los cursos anuales y semestres en México explicando lo que era ya la obra y recuerdo oirle que no importaba que el prelado fuera o no obispo. Tal vez por detalles como esos cayó de la confianza de javi y fue sustituido por otros juristas del derecho canónico.

Era divertirlo escucharlo platicar de su época metido en el negocio del cine en las películas de un famoso personaje llamado “El Santo” que se filmaban en la ex hacienda de Clavería, hoy IPADE y de cómo negociaba con los productores.

Aquellos gratos semestres en Monterreal entre 1986 y 1992 donde había unos cincuenta muchachos de todo el país o de otros como Ecuador y Colombia oyendo sus historias, los inicios de la labor, arbitrando partidos en cancha de lodo y bajo la lluvia. Se quedaba días y días en esos semestres a compartir con todos. Siempre sonriente, de mucha iniciativa, dando a conocer los proyectos en colegios, universidades y centros, siempre animoso. Durante años dio clases de Derecho civil en la Universidad Panamericana. Con muletillas famosas como: “es de que” o aquella de “todos los hombres de todos los tiempos…” que usaba para reforzar sus afirmaciones en su muy contundente estilo. En esos años dio clases al actual Presidente de México.

Ya como sacerdote fue el primer vicario judicial que tuvo el opus y ya que había perdido poder en la cosa la Arquidiócesis de México lo hizo vicario judicial siendo muy expedito en los procesos para conseguir los divorcios del actual presidente y del primer presidente panista que tuvo México. También llevo casos de abusos de sacerdotes en el país a los que no puso el mismo empeño que a los dichos arriba. Se puede ver la siguiente liga.

Pues llegó y paso 1994 y todo eso se acabó para el amigo de Escriba. Nos lo cambiaron y entonces se convirtió en un vivo ejemplo de lo que espera a mayores de la cosa: el aislamiento, ser arrinconados y si a algún director no le agradábamos, la marginación y el desprecio. De contarnos sus anécdotas se pasó a contar entre los de casa, que estaba triste y solo por los comentarios que le oíamos y su vida. También se le vinieron problemas de salud como el de las rodillas que hizo que se le viera continuamente en una silla de ruedas. Así lo vi en la TV cuando fue la toma de protesta de su amigo y exalumno Presidente.

El ya difunto delegado del padre lo inutilizó como hizo con otros, por ejemplo, el difunto Padre Ernesto Aguilar Álvarez iniciador del IPH-Universidad Panamericana o el español Ramón Gering uno de los iniciadores del IPADE que hasta tuvo que regresar a su país. De esta forma Carlos se presentaba como único promotor de esas instituciones pues no le gusta compartir nada con nadie.

Así, en los últimos cinco meses han muerto tres sacerdotes numerarios en México. En Octubre el P. Alejandro Woessner Aranda Díaz, el pasado noviembre el por años enfermo del padecimiento crónico de los miembros del opus el P. Rafael González Montemayor y el viernes pasado el Padre Pacheco.

El opus tampoco es que esté muy preocupado pues por ahora tiene muchos sacerdotes jóvenes y otros tantos por ordenarse, especialmente entre aquellos que recién terminan sus estudios universitarios y que sin experiencia de ningún tipo los envían a Roma a los 21 o 22 años.

Su problema es que ya no hay nuevas generaciones de jóvenes que compensen salidas y muertes. Desde hace años las vocaciones han caído estrepitosamente y aunque las buscan ya en ciudades como Mexicali donde el año pasado abrieron un centro o en países como Cuba donde nuevamente la cosa está intentando iniciar y captar gente. La falta de personas se agudizará en unos 10 años para remplazar a los curas que mueren pero eso ya no será nada sencillo. Por esta razón, no tener miembros, cierran escuelas como el Atoyac-CEFETI que fue una petición expresa de del Portillo para ofrecer educación y oficios que les ayudaran a conseguir trabajo a la población menos favorecida. Pero por otro lado quieren y quieren cantidades impresionantes de dinero para hacer nuevos pisos a la suntuosa casa de la comisión regional donde supernumerarios y hasta el fundador y presidente de una gran empresa como BIMBO han comentado que es un exceso; casas de retiro que más bien parecen Clubs de Playa y apoyar elefantes blancos en el extranjero como Saxum.

Además, en medio de ésta situación el vicario se fue a finales del año pasado de crucero por las Bahamas con destacadísimos miembros del clero mexicano pues como dice él: su encargo apostólico es tratar a los potentes de México y si el trato lo lleva de paseo pues que mejor: El muerto al pozo y el vivo… al gozo!!!

Al Chile.

alchilemexico@gmail.com







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