Apreciada Georgina,
nunca he
sido del Opus Dei, pero sí que fui durante ocho años, alumno de uno de sus
colegios.
Tengo cuatro
hijos y aposté por la Escuela Pública y el Instituto Público; no me arrepiento
porque tanto mis hijos como yo pudimos conocer y apreciar a otras personas de
diferente realidad, cultura o religión, que no por ello, son mejores o peores
que nosotros y mientras mis hijos compartieron con ellos su vida en la escuela,
yo tuve el gusto de compartir con sus padres y madres sus inquietudes y anhelos
con respecto a sus hijos y te puedo decir que ha sido una experiencia realmente
muy enriquecedora.
Los colegios
del Opus, son como una especie de “urna de cristal” que pretende que nuestros
hijos salgan “puros y buenos” al estar exentos de una “contaminación exterior”
de la sociedad clasicona de vida muelle que ellos consideran como “normal” y
que si asomas un poco la cabeza por ahí, verás que de normal no tiene
absolutamente nada.
No me
arrepiento en absoluto de haberlos llevado a estas Escuelas, al contrario, me
siento muy agradecido a la Escuela y el Instituto Público y mis hijos tienen un
buen recuerdo de haber asistido a sus clases y de sus profesores y educadores.
En cuanto al
nivel de enseñanza, al menos a los centros en donde asistieron mis hijos, te
aseguro que no tienen nada que envidiar a los colegios del Opus, al menos, al
que yo asistí.
PepeG