Como es bien
sabido, la virtud de la pobreza se vive en el opus de forma manifiestamente
mejorable. No voy a entrar en criticar las costumbres internas y las reservas y
restricciones mentales que usan sobre la pobreza porque es cansadísimo. Quiero
fijarme hoy en la imagen que dan al exterior.
Cuando una
persona vive la pobreza y la austeridad por amor al Evangelio, eso se ve y se
nota sin palabras. No es esa la imagen del opus. La gente corriente los ve más
bien como gente rica, que tiene buenos trabajos, vive en buenas casas, buena
comida, buenos viajes...y las obras corporativas están a un nivel material muy
por encima de la media del entorno. Esto contribuye al rechazo que la gente
corriente siente por el opus. Además, el asunto aumenta cuando ven centros
"top" del opus como colegios mayores, casas de retiro de ensueño,
Torreciudad, Villas Tevere y Sacchetti, Cavabianca, Universidad de Navarra,
etc. Todas estas riquezas se dan de bruces con aquello de "Si quieres ser
perfecto, ve, vende cuanto tienes y dalo a los pobres, así tendrás un tesoro en
los cielos, ven después y sígueme" (Mt. 19, 21).Es evidente que el opus no
sigue este claro y terminante Consejo Evangélico.
Estimado Sr.
obispo de Cilibia, D. Javier: a su
amigo el Sr. obispo de Limburg, D. Franz-Peter, el buen Papa Francisco lo
ha echado elegantemente de su diócesis por hacerse una residencia episcopal de
lujo habiendo gastado 40 millones de euros del dinero de sus fieles. Quizá sería
buena idea que diera la orden de ir colgando cartelitos de "property for
sale".
Aquello de la
"familia numerosa y pobre" ha quedado en “familia pequeña y rica”.
Imaginemos que
todo eso pudiera cambiar… You
may say I'm a dreamer, que diría Lennon.
Orange