La oración en el opus y después.- Orange
Fecha Wednesday, 11 December 2013
Tema 010. Testimonios


Que duda cabe de que el gran tesoro que tenemos los Hijos de Dios es la posibilidad de relacionarnos intima personal y amorosamente con El, lo que se llama hacer oración. Es la mas sublime de las actividades humanas y se conduce con la naturalidad de la conversación padre-hijo, hermano-hermano, esposo-esposa. Es algo que fluye de forma natural y espontánea del Amor de Dios. Pues bien, esto que es tan bonito, tan maravilloso y es la base de nuestra felicidad, la amistad verdadera con Dios, debería respetarse a cada fiel individual en la Iglesia y dejar que El Espíritu sople donde quiera en cada alma.

En el opus, lejos de existir este respeto se produce un mecanismo de control tan típico de la casa que ahoga la oración personal para usarla en función de los intereses del opus. En primer lugar te encorsetan con el tiempo: tiene que ser una hora, no pueden ser 42, 65 o 77 minutos. Ademas, 30' por la mañana y 30' por la tarde; no puede ser 15' por la mañana y 45' por la tarde. Han de emplearse formulas concretas preestablecidas y repetitivas al empezar y terminar. Tampoco te dejan a solas con Dios pues te imponen temas de los que debes hablar con El... lleva estos puntos de Camino, este capitulo de meditaciones, esta carta del padre, aquello de "es Cristo que pasa", aquel editorial de Crónica, el apostolado con fulanito, tu encargo apostolico, cuando no es dirigida al 100% por una meditación... No puedes decirle a Dios aquello de ¡al fin solos! y todo esto realizado sistemática y machaconamente para que tu intimidad con Dios sea la que ellos quieren anulando la tuya genuina.

Nadie se atreve a decir: ¡no me controle lo más íntimo y sagrado que tengo! ¡En mi oración mando yo! ¡No violente la oración de mi alma con rutinas que son más o menos el mismo café para todos! Otra cosa es que yo, voluntariamente pida consejo a mi director espiritual porque lo necesite y lo ponga en practica si quiero... Y no hablemos de la retahíla de oraciones vocales que hay que repetir como papagayos, sin alterarlas un ápice y sin poder usar otras muchas y muy bonitas que tiene la Iglesia para que los fieles las usemos cuando nos de la gana. Si te sales de lo establecido tienes mal espíritu y los huesos de muestro padre se pueden levantar para maldecirnos. Todo parece indicar que nos consideran niños y no cristianos adultos libres. Al final esto es asfixiante y tarde o temprano el alma se arranca este corset para poder respirar con libertad.

Que yo recuerde, salvo la enseñanza del sencillo Padrenuestro, Jesucristo no abrumo a los apostoles con normativas sobre la oración personal. Desde que me fui mi oración es mas libre, sincera, espontánea, natural, sencilla, me da mas paz, me ayuda mas, tengo mas complicidad con Dios, mas cercanía, me hace mas feliz, mi espíritu está mas estable y tranquilo. Y no me refiero al neognosticismo con baño espiritual en el cosmos que reciente nos ha señalado el buen Papa Francisco con tanta simpatia. Creo que todo eso es por haberme quitado el corset normativo asfixiante.

Orange









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