A Nicole y Paco Feliu.- Marta
Fecha Monday, 05 July 2004
Tema 140. Sobre esta web


A Nicole y Paco Feliu.

A Nicole quiero contestarle a su pregunta de por que algunos, al menos yo, escribimos aquí. El problema es que desde que nos salimos de la obra y por necesidades del guión nos alejamos/ron de ella (gracias a Dios, porque eso le ayuda a uno a coger perspectiva) algunos no hemos podido comprender algunas actitudes que tuvieron con nosotros algunas personas. Yo incluso todavía, no tengo muy claro que es lo que me empujaba a sentirme mal allí, el ideal me gustaba, había algunas cosas que no comprendía pero bueno, las aceptaba. Sin embargo algo fallaba, y no se el que. Un día hablando con mi hermana llegamos a la conclusión de que quizá alguna de las muchas veces que alguna directora se llevó nuestra vocación a la oración, ya no nos la devolvió mas. No sé, pero como no he tenido oportunidad de hablar de ello con nadie que permanezca en la obra a lo mejor aquí encuentro a quien con sus historias me pueda aclarar algo.

Después de mucho tiempo, en el que mi vocación era indudable; yo incluso creía que la tenia, pero que no podía con ella; pasaba épocas, a veces ratos de enorme felicidad y satisfacción. Pero otras veces, me sumía en una tristeza enorme y no podía dejar de llorar cuando me quedaba a solas con Dios en el Oratorio o en mi cuarto. Según mis directoras si alguien tenia vocación seguro, seguro, en el centro de estudios era yo. La verdad es que siempre me trataron muy bien, a saber en siete años de pertenencia a la obra fui tres veces a Roma, y en el ultimo año ademas de uno de esos viajes estuve en el Monte do Gozo, en la Pililla descansando siete o diez dias (yo tenia 20 años), hice dos cursos de retiro, el curso anual. Además de mi huida: 3 dias y de que cuando vinieron mis padres a verme me volví con ellos a mi ciudad, no recuerdo cuanto tiempo si un mes o mas.

Hacía la charla con la directora de auxiliares de mi delegación. La última vez que hablé con ella, me dijo algo que nunca comprendí, es que esa mañana había hablado con tres auxiliares para decirles que tenian que abandonar la obra, y que se habían quedado llorando, sin embargo a mi me tenia que decir lo contrario. Me propuso que volviera a mi ciudad un año viviera con mi familia y después de ese año decidiera. Gracias a Dios supe (no se como) decir que no. Me parece que no son cosas muy normales.

Se me dio la oportunidad de terminar mis estudios de B.U.P., y luego hice hosteleria. A mi sí me daban el dinero para que yo pagara la escuela. Y también pude pasear muchas veces sola por Madrid, o ir a comprarme ropa con mi amiga Gema, que como era madrileña conocia bien los comercios...

Por otro lado cuando me fui a vivir a un centro por primera vez, en contra de la voluntad de mis padres, me dijeron que como no trabajaba mis padres tendrian que pagar el curso de retiro. Yo contesté que no podia pedirles el dinero, mis (padres estaban en la ruina y ellas lo sabían), así que tuvimos un tira y afloja pero yo no pedí el dinero. El caso es que yo en aquel entonces tenia la boca muy mal, pero esperaba a volver a la casa de mis padres para poder ir a la seguridad social a que me sacaran las muelas. No me atrevía a pedir nada no fuera que mis padres tuvieran que terminar pagando. Pero la verdad es que la secretaria se acerco a mi y me dijo que si yo quería me llevarían al dentista...

Como podéis ver no son iguales todas las historias, pero a pesar de ello yo sentía que algo fallaba.

Al fin llegó una numeraria que me devolvió a la vida, se limitó a llevarme al médico una vez, en unos meses creo que solo hice la charla dos veces y poco más. La segunda vez que hice la charla con ella le dije que no podia con la vocación y ella me dijo que desde el primer momento había pensado que yo no tenia vocación. Me facilitó la salida y me acompañó a la casa de mis padres. Eso siempre lo agradeceré.

Luego vinieron tiempos muy, muy duros. Yo iba por el centro de la obra y lloraba mucho, y otra numeraria me aconsejó, casi me impuso, que me alejara (si no lo hubiera hecho no se que hubiera sido de mi). Y después comenzó la otra época, guardé contacto con una numeraria que enseguida cambio de ciudad. Esta me mandó una carta, diciendo que había una campaña en contra de la obra, que no hiciera caso que eran personas malas o locas... en fin me sonó a que hablaba con otra persona distinta, a que me contaba las cosas como si yo no hubiera sido Opus Dei, como si yo nunca hubiera sido una de ellas, creí notar un tono despectivo hacia los que no pensaran como ella... Me decía que si no le contestaba entendería que mi postura no era la adecuada, así que nunca le contesté. Después pasas a ser una apestada y la gente por la calle no te conoce... y tantas cosas se empiezan a cuestionar, pero se quedan sin respuesta... las mismas que uno intenta encontrar aquí. ¿qué pasa con la caridad en una obra que debía ser de Dios? ¿por qué no escucháis a tantos testimonios que gritan la necesidad de cambios?

Un poco enrollada pero espero haber contestado a tu pregunta, sin embargo tu no contestas a mis dudas.

A Paco Feliu me parece mentira que alguien pueda decir la sarta de sandeces que dices. Me cuesta creer que seas un personaje real, así que mejor no gasto el tiempo contigo.

Pax

Marta.







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