Mis aventuras en el Opus Dei (III).- Pepgrass
Fecha Wednesday, 11 December 2013
Tema 010. Testimonios


ANDANZAS Y DESVENTURAS DE UN “NUME” POR TIERRAS CASTELLANAS Y SUS ALEDAÑOS (3)

 

Eran esos lugares de las convivencias tan increíbles y estupendos para imberbes como nosotros, que cualquiera diría que teníamos 15 o 16 añitos recién cumplidos. Nos pensábamos ya unos tíos hechos y derechos al estar tan cómodamente instalados y servidos en semejante posada. Recuerdo el sofocón que pasó el “dire”, yo no me atreví, para decirle a mis progenitores que me tenía que ir un mes entero de convivencia a la sierra, pero que podrían ir a visitarme un día entre medias… la vergüenza que pasé cuando mi “madrecita linda” no hacía más que besarme como si tuviera 6 añitos, ¡qué horror!!! Y yo tragando para que no pensase que me importaba un comino que estuvieran por allí visitándome, -a ver si se iban cuanto antes que nos estaban dando un poco la murga-...



Por supuesto la visita duró una o dos horas; jardín, aposentos, oratorio, administración… (Claro que lo mismo me pasaba cuando, a esa edad o anteriormente, me iban a visitar a cualquier otro sitio, como a Inglaterra donde pasé un verano o cuando aparecían de improviso a buscarme en los campamentos de verano, alguna vez muy agradecido de ello, porque estábamos casi como en las “Goes”, sobreviviendo con lo puesto).

La convivencia terminaba y salíamos todos con ganas de comernos el mundo y en concreto al primer paisano que se nos acercaba, al que le colocábamos una estampita o le tildábamos de condenado a los infiernos si no se arrepentía de ser un pecadorrr, “cistrol”. Al mes siguiente, como buenos burgueses, la mayoría nos íbamos a nuestros respectivos lugares de veraneo familiares y a sobrevivir como se pudiera, dependiendo del sitio, unos mejor y otros peor.

Todos queríamos ser como el señor Mario Conde, ricos banqueros procedentes del pueblo llano, empezó ya la moda del estudio de Administración de Empresas, me hace gracia porque el dicho de aquella época era algo así como, “El que no vale a empresariales”… y la cantidad de gente que no debía valer porque desde entonces hasta ahora a todo el mundo le da por estudiar lo mismo, pero bueno ahora se llama ¡Bussiness Administration! or something similar. (MBA). Al igual que a Ruiz Mateos, a Mario Conde le quitaron los aires de grandeza también y hablaban de meterle en la cárcel, nadie sabía porqué, pero bueno eso lo contará mejor la famosa periodista de la transición.

Nosotros empezábamos la Universidad y dependiendo de cada cual, pasábamos uno o dos años en un centro y después a “West Point”, el lugar donde peor lo pasé de mis 10.000 días en la institución, más que un Centro de Estudios aquello parecía una academia militar, además con 100 tíos universitarios, cada uno de su padre y de su madre, a cual más brutico… pues eso, disciplina militar y horarios en los que no teníamos tiempo nada más que para el deporte y la piscina diarios y poco más, el resto, o rezar, o estudiar, o clases, o charlas, o reuniones, o encargos, o más encargos, o cualquier cosa menos más de 30 minutos seguidos libres… No sé si era para no pensar o para que no estuviéramos ociosos o yo qué sé!!!! (Tampoco se piense el personal que hacíamos instrucción militar, era todo con muy buenas maneras y los fines de semana algo más relajados, pero apretaícos de tiempo casi siempre). El caso es que, aunque el lugar era impresionante, piscina, campos de deporte, tenis, fútbol, lugares espaciosos, jardín… la comida irrepetible.

Pero llegado el invierno, recorte energético, no hay calefacción hasta diciembre… no hay presupuesto. Levantada tempranito, 6 de la mañana, desayuno antes de Misa, academia especial, universidad, comida de bocadillos, prácticas de la universidad, no merienda, cena tarde… y a veces se la habían comido!!!! Y a esas horas… dónde ibas si estaba todo cerrado alrededor… Ayuno voluntario tocaba… Además de las mil y una anécdotas de la convivencia diaria.

Nunca me olvidaré de algunas cosas que me pasaron o que “no me pasaron allí”, el “gilito” del dire, un domingo después de horita y media de rezos, estábamos desayunando plácidamente en el comedor, intentaba cuidar las formas de la manera más educada posible, más si cabe delante del jefe, pero “ete” aquí que se me cayó un trocito de bollo en el café y el tío pegó un salto hacia atrás con tal ímpetu y pegando un grito de “loco histérico”… que a punto estuve de tirarle el café encima y salir yo corriendo a buscar a los “loqueros” para que le encerraran en el sanatorio más cercano. (Qué tío más raro era).

Otro día, había quedado con unos amigos para ir a escalar a la sierra y, como era novato, no sabía todavía que hasta eso había que preguntárselo a la “madre superiora”. Voy a saludar a mis “compis” y antes de salir le digo al jefe que me piro vampiro… Y me dice, ¡que nooooo! ¡que los numes no pueden ir a escalar!!! Joeeee, pues haberlo dicho antes!!!! (Ahora vete a decirle una mentira piadosa a los coleguis… ) Me armé de valor y terminé por despedir a mis amigos con viento fresco, sí señor. Tengo que decir en honor a la verdad, que en el fondo me daba un poco de mieditis ir… y quizás aproveché las circunstancias un poco, pero les dejé colgados…

Andando el tiempo toda la gente que conozco a escalado sin problemas, pero bueno, a veces estas cosas pasan.

pepgrass@gmail.com

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