Yo me despedí de cada uno.- atomito
Fecha Monday, 09 December 2013
Tema 020. Irse de la Obra


Aporto mi granito de arena al tema de irse de la Obra despidiéndose de la gente del centro. Mi anécdota sirve para confirmar lo que han dicho Nicanor, Jose Knecht y otros.

Cuando decido irme de la obra, luego de un año de estar adentro sin fe (al final ya no iba a misa ni a nada, porque ya no creía en nada de lo que dice la doctrina católica), le comento a mi director que mi intención es explicarle a los demás de la obra y a los residentes (yo vivía en Montefaro, que era una residencia de estudiantes) las razones por las cuales me iba, y luego seguir en contacto con la gente con total naturalidad. Siempre me había parecido mal que numerarios, que yo consideraba hermanos y amigos, un día desaparecieran sin decirme nada. La sensación que me quedaba era de que nunca en realidad habían sido verdaderos amigos ni hermanos.

El director me dijo que después que me fuera no podía volver a frecuentar el centro y que no podía seguir siendo amigo de la gente como que no pasó nada, pero del tema de despedirme de la gente, no comentó nada. Como parte de las sucesivas instancias que le hacen pasar a los que se quieren ir para tratar de retenerlos (las puertas están abiertas de par en par para irse, diría nuestro santo favorito), un día me tocó ir a hablar con el consiliario. La charla con el consiliario fue realmente lamentable, porque me trató como que yo era un flojo y un egoísta  que no quería luchar. Intentó diversas cosas para convencerme de seguir, pero cuando vió que no tenía suerte, al final tuvo que asumir que no había nada que hacer. Estaba clarísimo que estaba al tanto de todo (a través de las famosas comunicaciones internas) y sabía que yo pensaba hablar con los demás numerarios y residentes del centro.  El entonces me dijo:

- Si los juntás a todos para decirles, como que no tiene mucho sentido, y si hablas con cada uno por separado, te va a dar mucho trabajo. Mejor no hables nada.
- Si me da trabajo es problema mío.
- Bueno, pero entonces tené cuidado cómo se lo decís a las vocaciones recientes, como X...

Estaba clarísimo que no les gustaba nada que yo hablara sobre mi salida con nadie, pero no me lo podían impedir. De todas maneras hicieron su mejor esfuerzo. Lo que hicieron fue lo siguiente: me dijeron “todavía no hables con nadie, nosotros te avisamos cuándo podés hablar”. Yo mientras tanto todavía seguía en Montefaro, esperando el momento que consideraran oportuno para que me fuera. Un sábado de tarde, el día que hay menos residentes porque la mayoría se van los fines de semana al interior, me dice el director: “Hoy a las 4 te vas, yo te llevo en el coche del Centro Cultural. Si querés ahora podés hablar con la gente”. Eran como las 2 de la tarde, de modo que tenía 2 horas para hablar, un día que casi no había nadie.

Hablé efectivamente con los 4 o 5 que estaban en el centro, pero como quería hablar con todos, en los días siguientes tuve que ir llamando y quedando con cada uno para verlos en algun bar  y contarles. Al final más o menos hablé con la mayoría de los numerarios, pero no pude hablar con algunos supernumerarios y la mayoría de los residentes.

Años después, vuelvo a ponerme en contacto con un residente de aquella época y me cuenta lo siguiente. El me tenía a mí como un numerario totalmente convencido, con lo cual cuando le contaron que me había ido no se lo podía creer. Fue a hablar con el cura del centro y le preguntó por qué me había ido. El cura se llevó el dedo índice a la cabeza e hizo un gesto como que yo me había vuelto loco y no le dijo nada.

Esto me hace acordar a la frase aquella de Jesucristo “lo que digais en secreto, se pregonará desde los tejados”. El Opus pretende tapar todo lo que lo desprestigie, todo lo que perjudique su imagen. Pero en la era de internet todo se sabe. Por eso no me extraña que ahora hayan cambiado la estrategia, porque si pretenden tapar, al final es peor. Pero el espíritu recibido por el santo fundador, que tan fiel transmitió a sus hijos, era claramente impedir tanto como sea posible que los que se van hablen con nadie.

atomito









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