Los obispos y el santo marqués.- Fletcher Christian
Fecha Friday, 11 October 2013
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Hola a todos:

La historia que Arnust ha contado del papa Francisco y su devoción al santo marqués (ya estaban tardando en invertar algo por el estilo) me parece tan apócrifa como aquello que me contaron que Óscar Romero tenía como director espiritual a uno de la Cosa. Nunca lo pude comprobar, pero ya lo dudo. Si algún americano entre vosotros puede satisfacer mi curiosidad se lo agradecería. Esta historia sí que está comprobada y es típica de la fantasiosa relación con los "poderes" eclesiales.

El primer obispo de Getafe, Fernández-Golfín, en proceso de beatificación, era un tipo peculiar, con ideas propias de cómo debe funcionar una diócesis. Un buen hombre, por otro lado, que luchó mucho por sacar adelante su rebaño. Una de las peculiaridades de la diócesis (la conozco bien porque vivo en ella) es que el obispo pensaba que todo el mundo debería echar una mano. Versión de la Cosa que me cuenta un numerario: qué bueno es el obispo de Getafe. Nos quiere mucho y está deseando que tengamos labor allí. Fíjate que personalmente llamó a Roma al Padre (don jota) y le pidió expresamente que enviara a algún cura numerario para ayudarle a montar la diócesis. Nos entiende perfectamente y el Padre accedió encantado.

Versión real contrastada y confirmada por mí: el señor obispo, que creía firmemente que toda organización que actuara en su diócesis debía arrimar el hombro y no ir por libre, se puso en contacto con todas las asociaciones y organizaciones para pedirles que todas tuvieran un representante en el aparato de la organización de la diócesis. Lógicamente, entre ellas estaba la Cosa. Una más junto con Acción Católica, los Kikos, Legionarios y otras tribus. En fin, qué os voy a contar sobre los puntos de vista que no sepáis.

(Mientras escribía esto me acordaba de una breve anécdota de otra relación con el poder eclesial: yo era un jovencísimo numerario y un día a media mañana oigo al cura del centro hablar por teléfono con la burocracia de la diócesis para poder "colarse" en algún acto para predicar. La diócesis se lo negó. Él colgó airado en el momento que yo pasé por allí y soltó "¡cabrón!" con todas las letras y todas las ganas. Al verme, se exculpó, "nada, que el arzobispo no quiere". Estábamos en Santiago de Compostela, y el arzobispo era Rouco. No sé si este cura seguirá teniendo esa opinión de su cardenal-arzobispo, ahora que ambos viven en Madrid. Vivir para ver.)

Fletcher









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