Pero que sandeces con rejalgar y las chorradas varias respecto a la vocación. Mi pregunta es: ¿los curas numerarios son curas válidamente ordenados?. La llamada es errática. ¿Acaso yo me casaría con tal mujer porque me lo dijera mi padre? Pues no. Me casaría con la mujer que amo, independientemente de lo que dijera mi padre. Además, creo recordar, que un impedimento para ser numerario es haberse rozado con un seminario o haberse acercado demasiado a una comunidad religiosa. Si el prelado y/o sus secuaces, no le “pidiera”, a ese numerario o agregado que  ordenarse cura, éste seguiría su vida laical “habitual”. Por lo tanto, esa “llamada” a la vida sacerdotal como cura, es errática, como he dicho anteriormente. Además ser numerario o agregado no supone cambio alguno de estado ni puede ser equiparado  a los curas ni religiosos. ¡¡Toma esa!!

Por lo tanto, un cura numerario es como un círculo cuadrado, metafísicamente imposible.

A mi entender, un cura numerario no es cura, es simplemente un numerario disfrazado con el hábito talar, ya que su “vocación” no es ser cura, sino numerario.

Los curas agregados y supernumerarios ya es otro cantar.

Por lo tanto, D. Sergio Armando, adelante. Sé FIEL por haber tenido una Llamada de Dios y querer ser sacerdote desde los 7 años. Una vez caído en la tentación del Amor de Dios: Serás el hombre más feliz del mundo.

Un saludo a tod@s, sin sulfuro de arsénico, claro está.

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