El itinerario onomástico del fundador.- Bdm
Fecha Wednesday, 09 October 2013
Tema 100. Aspectos sociológicos


De modo paralelo al conocido itinerario jurídico de la institución bien podría elaborarse el itinerario onomástico de su fundador.

 

Cabrían en él las diversas denominaciones empleadas por él mismo o por los dirigentes de la institución que fundó (José María Escrivá Albás; José María Escrivá; José María Escrivá de Balaguer; Josemaría Escrivá de Balaguer; Monseñor Escrivá de Balaguer...), variedad que no deja de constituir todo un fenómeno onomástico.

 

El fenómeno se complementa con la sistemática ausencia de otros apelativos que hubiesen sido perfectamente posibles dadas las costumbres de época y lugar, como Padre José María o Padre Josemaría, y/o Padre Escrivá o Padre Escrivá de Balaguer, común denominación de los sacerdotes en España.

 

Asimismo es notable la mudanza en las denominaciones utilizadas según va cambiando la condición del denominado. Por ejemplo, una vez llegado a los altares sorprende la discontinuidad que suponen las denominaciones empleadas frente a otras, quizá más lógicas, como Beato Escrivá ó Beato Escrivá de Balaguer.

 

Finalmente aparece la curiosa denominación de San Josemaría cuya principal virtud es -quizá- la de evitar cualquier relación fonética con los nombres anteriormente utilizados, al tiempo que -gracias al neologismo Josemaría- hace innecesaria la especificación frente a otros santos cuyo nombre propio es también el de José María (uno de los más recientes, San José María Rubio, canonizado en Madrid en 2003).

 

Todo este jaleo onomástico -cuyo origen imagino muy lejos de la simple ingenuidad- contribuye, por ejemplo, a que un autor piadoso haya citado recientemente un texto del fundador atribuyéndolo a... ¡San Escrivá de Balaguer! Muy lógica confusión por otra parte si se tienen en cuenta las comunes denominaciones de muchos santos (San Ignacio de Loyola, San Antonio de Padua, San Nicolás de Bari, Santa Teresita de Lisieux...)

 

Para acabar, resulta que después de tantas vueltas por evitar el paralelismo con los religiosos en general y con los jesuitas en particular, las iniciales  de la denominación definitiva son precisamente ¡S. J.!

 

Bdm









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