Tu único objetivo es salvaguardar el buen nombre de la Obra. A Nicole.- Melqui
Fecha Friday, 02 July 2004
Tema 140. Sobre esta web


Querida Nicole:

Sólo quiero decirte que entiendo tu postura. Yo también he pasado por esa fase en la que uno se siente en una situación de privilegio por pertenecer al Opus Dei.

Te encuentras tan rebosante de filiación divina que, en el fondo, consideras a los demás sobrinos, pero no hijos de Dios. Es una época en la que, además, crees decidir por ti mismo con plena libertad, porque te han repetido hasta la saciedad que lo haces realmente porque te da la gana. A mí esa época me duró tres años, pero entiendo que haya personas a las que les dure cuarenta.

Tanto y tanto te han repetido y has repetido tu igualmente determinadas cosas que las das como ciertas sin ninguna crítica ni comprobación. Y, por el contrario, consideras falso (también sin crítica ni comprobación) todo aquello que deja en mal lugar a la Obra. Pero eso deriva de esa obsesión por la perfección externa de la Obra, porque quede bien ante los demás. Si es terrible escribir en Crónica un artículo que pueda dar mala imagen (o simplemente que alguien pueda interpretar por las fotos que siempre se está comiendo, por ejemplo), ¿cómo habrá que considerar entonces que alguien ose decir que los niños de 14 años pitan engañados?. Simplemente, se dice que es mentira y ya está. La imagen de la Obra lo primero.

En esa época también yo apabullaba al personal con mis argumentos, unos de mi propio coleto y otros de las fuentes oficiales, tipo Aceprensa. También yo participaba en las campañas de cartas a los periódicos utilizando "libremente" los argumentos que me facilitaban, con alguna adición mía.

Pero el problema de todos esos argumentos y criterios que utilizaba era que no tenían vida. Primero se obtenía la conclusión y después se buscaban los argumentos. Era una mera cuestión de estrategia, de sacar incoherencias, de detectar erratas, de utilizar la retórica.

Y eso es lo que yo veo que ocurre (con todo cariño te lo digo) en las personas de la Obra que escriben a veces en esta página. Que parten de la base de que, sea como sea, tienen que defender lo que ellos consideran la buena imagen de la Obra. Parten de la base de que todo lo que no sea positivo es mentira, sin ningun razonamiento crítico previo. Ya tienen la conclusión, y después buscan los argumentos (que si la mentira, que si el anonimato, que si Internet, que si yo soy muy feliz ...).

En cambio, en los escritos de los ex que quí escriben, hay de todo. Por supuesto que habrá cantamañanas (yo el primero), pero hay muchísima gente que afronta las cosas con seriedad (aunque con formas divertidas a veces, lo que tiene mucho mérito). Y en esos escritos se nota que lo importante no son los argumentos ni la estrategia, sino la vida. A veces, jirones de vida.

Pero no nos pongamos melancólicos. Posiblemente a ti, que pareces convencida de que has adoptado una decisión correcta, que lo que aquí se pone sea verdad o no, que forme o no parte de una vida, te importará un pepino. Bien, es tu postura.

Pero como yo no tengo que defender a ninguna institución, puedo tranquilamente ocuparme de las personas. Y las personas que más directamente tengo encomendadas son mis ocho hijos. Y te puedo asegurar que mis hijos sabrán todos de mis labios si quien les está hablando habitualmente es o no de la Obra. Sabrán de mis labios que si los invitan a una merienda, campamento o curso, el objetivo real no es que ellos lo pasen bien o aprendan, sino que el Opus Dei crezca. Sabrán también que hacerse numerario no es ser un cristiano corriente, sino una especie de miembro de orden religiosa, con la particularidad de que nunca vas a saber la Regla completa. Sabrán que si se hacen numerarios renunciarán a su familia y adoptarán como familia la familia del fundador. Que si al Padre de turno le da por que no le separen el jose del luis o el francisco del javier, deberá respetar ese capricho con cariño, pero que a él no se le ocurra tener el capricho de que se le llame de una manera determinada. Que tendrán que contar toda su intimidad, la cual irá de mano en mano. Que tendrá que obeceder ciegamente en todo y no sólo en cuestiones apostólicas (porque al final todo son cuestiones que afectan al apostolado). Y sabrán también que pueden ser santos en medio del mundo sin pertenecer al Opus Dei. Y lo sabrán también aquellos padres que me quieran escuchar.

Y si, a pesar de lo que yo les diga, deciden libremente hacerse de la Obra, les diré que me lo cuenten a pesar de que les dirán que no lo hagan. Y les diré también que siempre podrán volver a casa, porque su verdadera vocación es la recibida en el bautismo, sin que dejar de pertenecer a un movimiento apostólico determinado suponga traicionar a Dios.

Según parece a ti la Obra te ha proporcionado sólo bien. Me parece estupendo. A mí me hizo daño a mis 14, 15, 17 años, sobre todo por no explicarme con claridad a qué estaba diciendo que sí. También me hizo bien, porque de toda experiencia que conforma una vida se sacan cosas buenas. Pero sería absurdo que buscara un mal para mis hijos pensando que da igual porque, después de todo, Dios escribe derecho con líneas torcidas.

A ti no te importa verdaderamente si lo que se dice en esta página es verdad o no, sino que directamente lo das por falso. Bien, es normal, porque a ti no te afecta que lo que se dice sea verdad o no. Tu único objetivo es salvaguardar el buen nombre de la Obra. Y en la Obra importa más el bien de la institución que el particular de las personas.

Pero entonces tendrás que comprender que a mi, tus argumentos estereotipados para defender a ultranza al Opus Dei, tus tácticas de poner en evidencia nosequé error de redacción o tus afirmaciones retóricas, también me importen un pepino. A mí sí que me importa que lo que aquí se diga sea parte de una vida (entre otras de la mía). Porque a mí no me importa tu institución, y sí las personas. En primer lugar, las personas que tengo más directamente encomendadas y, por añadidura, todas aquellas personas de buena voluntad que no tienen los datos ni la experiencia que yo u otros les pueden facilitar. Y creo que en ese aspecto, esta página, con todos sus defectos, presta un buen servicio.

Un cordial saludo,

Melqui.







Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=2160