Cuando Don Amadeo Fuenmayor se tomaba su café matutino (de máquina), decía hacerlo pues por "prescripción facultativa".
A un primer nivel, la expresión debe entenderse como "por consejo de un médico o facultativo". A un segundo nivel, sí que podríamos un ingenioso oxímoron o antítesis radical, verbigracia "por orden voluntaria". ¿Llegaba Don Amadeo hasta tal extremo de conceptismo el eminente, persona no carente por cierto de sutileza?
curial