«Nunca, en los años que lleva calandria escribiendo en opuslibros, ha
sido capaz de dialogar algo con alguien. Lo suyo sólo han sido monólogos. Jamás
ha aceptado las razones de otras personas, si éstas no decían lo mismo que ella
pensaba»
Esto
dije hace unos días de calandria.
Y sus últimos escritos lo confirman. Calandria
manifiesta y otra vez su opinión, pretendiendo siempre que esté al mismo
nivel de certeza que la ajena, incluso cuando se opone directamente a esta. Y
causa extrañeza esa pretensión, teniendo en cuenta que no hay quien sea más
incoherente y contradictorio consigo mismo que quien escribe como calandria.
El 19-08-2013 se atreve a
decir a Agustina:
« […] olvidaba comentarte que mi misión en la vida
es tratar de hacer el bien, amar mucho a Dios, querer mucho a las
personas, realizar un trabajo y santificarme a través de su buena
realización, entre otras cosas.»
Habrá que recordarle que querer mucho a las personas,
implica creerlas cuando cuentan sus propias experiencias. Y si trata
de hacer el bien, primero debe hacerlo con la palabra. Muy mal se
puede hacer el bien, si se califica de falsedades u obsesiones las
experiencias ajenas con lo que se señala de mentiroso u obsesivo a quien las
cuenta. Y no veo ningún bien si ni siquiera pide perdón por
esas descalificaciones gratuitas e infundadas.
Calandria es la contradicción encarnada.
Lleva tantos años escribiendo en opuslibros,
desobedeciendo de esta manera la
instrucción interna del Opus Dei respecto a esta web, que es imposible
aceptar su sugerencia de que desde la Institución se sepa y apruebe su
aparición constante en esta web:
«…en esas conversaciones salió todo, también el tema Opuslibros. Encontré, por primera vez que me entendían.
Me dieron la razón y me lo agradecieron.»
Calandria se
contradice entre sus propios escritos, entre los párrafos de un mismo escrito,
y entre lo que dice que hace y lo que realmente hace. Hasta su pertinaz
repetición de monólogos parece oponerse a lo natural del acto de escribir que
es comunicarse, participar de las ideas ajenas, enriqueciendo el propio
pensamiento con los puntos de vista de los demás.
Parece probado que tiene necesidad de hacerse oír,
pero ninguna de oír a los demás:
« […] Hasta hace un par de
años a mí me parecía que “mis tiros” daban en el aire únicamente por eso busqué cualquier medio para hacerme oír»
Por eso estoy plenamente de acuerdo con lo que nos
dice Josef Knecth el 19-08-2013:
« […] me
pregunto si no habrá llegado ya el momento de dar carpetazo definitivo a
Calandria. […] Aquí venimos a dialogar bien –o, al menos, lo
intentamos con mayor o menor acierto–, pero no venimos a mantener diálogos de besugos; en esta página web no se deberían establecer nunca monólogos paralelos:
el de Calandria, impermeable a todo lo que se le replica, y el de los demás,
que no cala en ella para nada […]»
Pienso que los lectores de opuslibros tenemos derecho a que quien participe en la web, no se
oponga constantemente a los demás basándose únicamente en una especie de
criterio de autoridad, como si su palabra fuera a misa. Tenemos derecho a que
quien escriba sea fiable en lo que expone (porque en su discurso no hay
contradicciones), que tenga rectitud de intención al escribir (porque busque un
verdadero dialogo con los demás, no sólo narrando sus experiencias, sino también
recibiendo las ideas ajenas).
Calandria no
cumple ninguno de estos requisitos. Le es imposible cumplirlos porque, como
bien afirma Agustina, no puede cambiar.
Hace tiempo que los lectores de esta web tienen un
conflicto con calandria, causado por
su actitud manifestada en sus escritos:
pensamiento monolítico, constante oposición a las experiencias vividas por los
lectores, descalificación de las mismas, provocaciones… Este conflicto debió
ser resuelto por Agustina hace tiempo, que para eso es la responsable de la
web. Pero Agustina escogió ser paciente con calandria,
quien nunca se hizo merecedora de esa paciencia. Y así, mientras Agustina era
paciente con ella… nuestra paciencia fue disminuyendo hasta el mínimo.
Agustina: ¡queremos leer opuslibros, pero no nos interesa leer calandrialibros!
Por lo que te propongo un ejercicio de democracia: que
plantees a los lectores de opuslibros
la posibilidad de votar si quieren que calandria
siga publicando en esta web o si desean que no siga haciéndolo.
Creo que lo que afecta a todos, debería ser votado
por todos. Te pido que nos des la posibilidad de decidir si queremos compartir tu
paciencia con calandria o si pensamos
que seis años son demasiados y que no queremos que aparezca más por la web.
Para votar bastaría con una sencilla pregunta y la
remisión de un correo a la web con la respuesta sí o no.
Esto es lo que te pido, que nos dejes votar y
decidir libremente si queremos que esta persona nos siga provocando, rebatiendo
sin argumentos lo que hemos vivido y experimentado, descalificándonos, y
manteniéndose siempre totalmente cerrada a cualquiera de nuestras palabras.
Atentamente,
Daniel_M
PD: Quiero aclarar que yo deseo lo mejor a calandria, aunque critique la actitud que manifiesta en sus escritos.
Si necesita que la escuchen, esta web no es el sitio indicado desde hace tiempo.
Durante años ha gozado de muchas ocasiones de exponer su pensamiento. La hemos
leído, le hemos contestado. Pero nunca ha habido reciprocidad por su parte.
Quienes le replicaban, lo hacían movidos por el sentido natural y
propio del dialogo que es comunicar ideas, recibir y asimilar pensamientos
ajenos. Pero ella nunca ha respondido según ese sentido, sólo le ha movido su
voluntad inalterable de exponer su pensamiento monolítico sin que jamás
aceptara ninguna idea que no fuera suya.
Es hora de que sus necesidades vitales las satisfaga en otros ámbitos.
Te toca mover ficha Agustina.