Hola Calandria,
Creo que la que no has entendido mi
último escrito. Verás: no se puede esperar que la gente de la órbita de
Opuslibros bote de alegría porque la Iglesia beatifique (es decir, declare
persona amiga de Dios, cuyo ejemplo vital merece la pena imitar, y cuya
intercesión ante el Padre podemos invocar) a quien fue una pieza fundamental en
la creación del Opus Dei. Los "afines" a Opuslibros piensan que el Opus
Dei es una organización dañina, y no les parece bien que se le
"premie" de ninguna manera.
Insisto en el verbo
"premiar" porque para cualquier organización, cristiana o no, ganar
premios confirma en cierto modo la razón de su existencia. Somos humanos. Si un
equipo de fútbol no gana la liga, o no tiene grandes jugadores que se hagan
famosos y pueda traspasar, no tiene mucho sentido. Será divertido, pero no hará
tan felices a sus los socios.
Y algo parecido sucede con el Opus
Dei: el tener gente en los altares les parece una chulada, les mola, les pone.
Creen que la Iglesia está contentísima con ellos. Pero la cosa no queda ahí:
dado que se han metido en una carrera santificadora, cualquier traspié les
puede parecer un castigo. Por eso, si a Alvaro del Portillo tardaran en beatificarlo
como a Santa Teresa, o a San Francisco, les parecería un desdoro. Supongo que
me darás la razón. Vamos: que si no le beatifican "en tiempo y
forma", se iban a coger un berrinche gordo.
En cuanto a "premios" y
"castigos", te diré que no deseo castigos a nadie, pero sí que la
Iglesia corrija cuando tiene obligación. Y con el Opus Dei por lo menos tiene
la obligación de investigar lo que se denuncia en Opuslibros. La iglesia no
tuvo complejos a la hora de defenestrar a Arrupe, poner a los jesuitas bajo control
de un comisario papal, etc. Ha erradicado la Teología de la Liberación,
haciéndoles la vida imposible obispos, teólogos y sacerdotes. Trato muy
diferente al que dio a los Legionarios, que se la sigue cogiendo con papel de
fumar.
La segunda parte del razonamiento es
la que han marcado otros en OpusLibros: este papa será campechano, tiene buenas
formas, pero desde luego no debe ser tonto. Y si fuera tonto, se pondría en
contra al Opus Dei y muchos carcas que hay en la curia, empezando por el Ex
BXVI. El mejor modo de ponerse en contra a esta gente es negándoles la
beatificación, que por otra parte, se le viene encima. ¿qué es preferible,
seguir adelante con la reforma de la Curia y seguir meneando la iglesia, o
ceder esa parcelilla de beatificación que al fin y al cabo no le importa a
nadie?
Si algo tienen los jesuitas es la justificación
por los fines y la reserva mental: como dirían con frecuencia "en tanto en
cuanto..." ¿Te parece un ejercicio de cinismo? A mí me parece realismo.
Desde luego, pienso como tú que el Espíritu guía a su Iglesia, pero no me creo
que los pastores sigan a ese espíritu, en todo caso, algunos le ponen piedras
en el camino. Como ya dije en mi post
previo, la verdadera piedra de toque será en este caso lo que tarde
Alvaro del Portillo en pasar de beato a santo, y sobre todo, el proceso de
canonización de los cristianos mártires que fueron despreciados por Juan Pablo
II (Romero, Ellacuria y sus compañer@s, Cristiani, Rutilio Grande, los miles de
muertos de El Salvador, Guatemala, Colombia...).
Y respondiendo a tu
pregunta, sobre el poder financiero del Opus Dei en Roma, en efecto, no
tengo pruebas de que el Opus Dei aporte dinero a la Curia. Sólo lo que se
comenta en OpusLibros. Tienes razón, no hay pruebas. Pero viendo como van las
cosas en Roma, mucho me extraña que todo su poder se base sólo en su virtud.
Sería interesante que otros miembros de OpusLibros aportaran datos que yo no
poseo. Dado que la transparencia de la Curia es nula (debe de ser un precepto
evangélico que sólo ellos conocen), hasta entonces, tienes razón y procuraré no
emplear ese razonamiento.
Sería ideal, por mor de la correspondencia,
que en el Opus Dei no
se hablara de personas "dañadas" o que "no supieron seguir"
o con "algo mal" en su interior, sin contar con esas pruebas
que lo certifiquen más allá de sus prejuicios.
Que Dios os guarde.
Ramón