Coliflores y canonizaciones.- Zartán
Fecha Wednesday, 17 July 2013
Tema 100. Aspectos sociológicos


La vida es divertida porque es variada. En cualquier momento y a la vuelta de la esquina puedes encontrar las cosas mas insospechadas. Si todo fuese teutónicamente ordenado algunos andaríamos ferozmente aburridos. ¿Os imagináis a todos vestidos igual? ¿Todos del Betis? ¿Todos pensando exactamente lo mismo? ¡¡Simplemente terrible!! (la mayoría de vosotros puede saber de que hablo).

Ha habido intentos en esta línea que, gracias a Dios, no han prosperado por mucho tiempo, de lo contrario la mayoría de los europeos andaría ahora con su camisa color caquita de niño chico, el brazalete con la svastica y Wagner como música de fondo hasta para ir al baño...

Por otra parte creo todos tenemos dentro nuestro pequeño Adolf, Benito, Iósif Vissariónovich o como cada cual quiera llamarlo. Personalmente tengo la tentación de prohibir mundialmente alimentar a las personas con acelgas o coliflores (yo perseguiría su cultivo mas que el de la cannabis sativa) y tengo que hacer un gran esfuerzo por admitir que haya a quienes guste comer estas plantas. No consigo entenderlo y si me pongo a imaginar como pueda ser ... termino cabreado como mona y llego a la conclusión de que es una práctica contraria a la ley natural (por lo menos).

Además, a veces, también tengo el deseo de “imponer” la libertad de pensamiento. Ante lo cual yo mismo me digo que es como proponer hacer la paz a cañonazos o -como dice alguien muy querido por mi- “si quieres luchar a la vez contra el hambre y la pobreza... cómete un pobre”. Sencillamente, un absurdo.

¿De que voy? Voy de santos y similares.

No voy a definir seriamente lo que es un santo (no tengo ni flawers) y me conformo con la idea de que un santo es alguien que la Iglesia dice que puede servirme de ejemplo a seguir.

Hay santos “pata negra” que no me mueven para nada, por ejemplo santa Eduviges (santa donde las haya) pero por mucho que lea su vida no me entran ningunas ganas de ser madre de siete bestias y -encima- quedarme viuda y luego hacerme monja. En serio, prefiero ir al dentista y -además- mi mujer seguro que no me dejaría hacerme monja. No me sirve como ejemplo, que pase el siguiente.

A lo largo del tiempo la D.O.C. de santos (Denominación de Origen Controlado) ha pasado por diversas etapas. Al principio -excluyendo a los mártires- los métodos eran casi futbolísticos, es decir que si tenían un buen número de gente gritando ... pasaban en directísima al santoral.

Ejemplo de esta santidad medieval la podemos ver con el emperador Carlomagno: se muere y su hinchada empieza a crear altares por donde puede (no se si entre los “altaristas” se encontraba alguna de sus concubinas conocidas: Aldruinda, Madelgarda, Amaltruda,...) el caso es que en algunos lugares sigue figurando como santo y si alguien lo “des-santara” dejaría sin patrono, por ejemplo, a Zürich. Es mas práctico dejarlo como santo y si alguien lo quiere usar como modelo ... que se busque a alguna Maldegarda y la invite a cenar. Como no debe haber muchas Aldruinas o Amaltrudas casaderas y de buen ver no parece que el riesgo sea alto, mejor dejarlo en el santoral.

También hay santos sobre los que hay una cierta duda histórica sobre su existencia, por ejemplo san Expedito o san Jorge. Para decirlo mejor, hay certeza de que no existieron pero, como ya no hay legiones romanas para dirigir, nadie va a imitar las virtudes heroicas de san Expedito y sobre sant Jordi tres cuartos de lo mismo vista la escasez de dragones para matar. Además si a alguien se le ocurriese buscar la santidad dedicándose a salvar cándidas y virginales doncellas a base de matar dragones, seguro que le caería encima toda la parafernalia ambientalista-ecologista y cuanta sociedad protectora de animales puebla la faz de la tierra, por no hablar que supondría un atentado a la Diada de sant Jordi con todas las repercusiones políticas que tendría en alguna península del sur de Europa. Mejor dejarlos, no nos metamos en berenjenales. ¿Qué quereis que sean santos? Pues vale. Así será si así os parece, pero luego no deis demasiado la matraca y no lo impongáis como ejemplo a todo hijo de vecino. Que cada uno se ejemplarice como quiera, hasta con san Alejo, san Teotónio o san Pánfilo.

Esas canonizaciones “vox populi” desde muy pronto empezaron a sonar un poco sospechosas o arriesgadas y hay documentos ya en el siglo tercero que recomiendan prudencia. La primera canonización, tras un proceso canónico, es del año 993 pero, como las cosas no siempre eran muy claras o había obispos demasiado entusiastas o futboleros, desde el año 1234 se reservaron las canonizaciones a la autoridad del Papa y desde 1588 fue territorio de la Congregación de Ritos hasta que Pablo VI pasó la pelota a la Congregación para las Causas de los Santos. Vamos que la idea era limitar los daños no fuera a ser que terminase con coronita alguien del tipo Rudolf Hess o Hugh hefner (el viejo de play boy).

Respecto a los tiempos para canonizar también las cosas han ido cambiando. Si dejamos de lado las primitivas canonizaciones por “pueblo enardecido, gritón e insistente” tenemos santos bala como san Pedro de Verona quien, a pesar de ser de familia albigense fue canonizado en menos de un año. Aquí hay que recordar que fue inquisidor y por tanto que tampoco me sirve mucho como ejemplo visto que no está muy de moda este trabajo. Si que es imitable en eso de vivir en Como (yo al menos me pasé casi un mesecito a la orilla del lago de lo mas bien atendido por nax). Ahora solo pueden empezarse los trámite a cinco años de la muerte, así que bala, lo que se dice bala, también pasó a la historia.

Otro tema es el de los milagros reconocidos como tales. Para que algo sea reconocido como milagro se deben dar una serie de condiciones, en primer lugar tiene que ser científicamente inexplicable, después -si es un tema médico que es lo normal- la curación ha de ser instantánea, total y duradera. El caso que nos ha tenido conversando últimamente, el de D.Alvaro, me ha dejado bastante desconcertado. De una parte tengo proximidad con la familia de José Ignacio (el niño milagreado), por otra los médicos tratantes no me parecen para nada manipulables y además sé que, cuando se investigan posibles milagros, los investigadores buscan hasta la quinta pata del gato. Y, para colmo, mi trato con D.Alvaro siempre fue excelente y le guardo cariño sincero.

Como contrapunto de todo lo anterior veo lo expuesto en esta página y -en muchos casos- vivido por mi mismo: indicaciones expresas de la Iglesia que simplemente en la obra no se escuchan o se cambian a voluntad, actuaciones repetidas que van contra los mas elementales principios de caridad, etc. Y todo esto consentido por D.Alvaro.

¿Como consigo vivir con estas dos ideas? En serio esto para mi y en este momento es duro de digerir. Les estoy pidiendo ayuda a todos ustedes y lo hago en cuanto “hermanos de sangre” -como decía Shakespeare en su Enrique V- porque vosotros sois los únicos que me podéis ayudar, vosotros que habéis pasado por lo mismo que he pasado yo, que habéis dejado vuestra sangre en las mismas batallas que yo di.

No me vengáis con teorías sobre canonizaciones (al principio de esto las he escrito yo), no me contéis que las devociones son elegibles y no impuestas (que también lo he dicho), lo que necesito es un consejo vital.

Nadie puede juzgar sobre las conciencias y, por tanto, tampoco sobre la de D.Álvaro y alguno podrá argumentar que no sabía, que ha habido santos que han sido canonizados a pesar de acusas de cobardía por haber sido desertor de ejercito en guerra, ha habido ... de todo, pero a pesar de todo ... sigo sin poder compaginar estas dos posiciones.

Hace muchos años (en mi otra vida) un día conversando con un hermano marista que sabía de mi pertenencia a cierto instituto secular, me dijo “nosotros tenemos un fundador que es beato mientras que el vuestro es un simple cura”. Ahora, intentando aclarar este contraste de ideas, he buscado a Marcelino Chapagnat y me he enterado que ya ha sido canonizado y que “en el momento de su muerte dejó a 280 hermanos maristas, otros 49 que ya habían fallecido y 92 mas que se habían retirado” y me pregunto si también en la documentación sobre don Álvaro habrá algo similar: al momento de tomar el control había tantos miles de miembros y en el momento de su muerte dejó tantos mas y otros nosecuantos miles de ex. Sería simpático ¿no? De lo que estoy seguro es de que sería justo.

Zartán







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