Para el buen Pabloramón.- Pepito
Fecha Friday, 12 July 2013
Tema 900. Sin clasificar


Nuestro amigo pabloramon, según se firma, parece más avanzado en saberes teológicos que en los lingüísticos y filológicos que no son malos compañeros de aquéllos; en todo caso, entiéndase lo que voy a decirle como dicho con toda la caridad y afecto que a todas luces se merece.

Él nos brinda una etimología de la palabra “papa” que, con su permiso, voy a anotar en la libreta de curiosidades con las que suelo aliviar el natural tedio de mis alumnos en mis clases: se trataría, siempre según nuestro amigo, de un acrónimo del sintagma latino Petri Apostoli Potestatem Accipiens; es decir, “el que recibe la potestad del apóstol Pedro” (quizá proveniente de algún sabio de la Edad Media, cuando la gente tenía tanto tiempo libre). Tras quitarme el sombrero ante tan piadoso ingenio, o tan ingeniosa piedad, le diré que la suya no es la primera etimología de semejante cariz de la que tengo noticia. En efecto, ya hace muchos años que llegó a mis oídos la que explicaba el hipocorístico “Pepe”, con el que en España se nos suele llamar a quienes llevamos el nombre del patriarca san José, como un desarrollo de la abreviatura latina “P. P.”, es decir P(ater) P(utativus Dni. Nostri…). Más tarde he visto un tour de forcé aún más admirable: el que sacaba el hipocorístico “Paco” de nuestros Franciscos de un desarrollo de la abreviación latina Pa(ter) Co(nventus); y, como dicen los portugueses, así por diante.

Pues bien, la palabra papa es latina, y probablemente también griega (véanse los numerosos apellidos griegos modernos que empiezan con papa-, propios de descendientes de popes, que seguramente es lo mismo). Es la misma palabra papá de nuestra lengua, acentuada como aguda desde que en el siglo el siglo XIX así se impuso por influencia francesa (todavía cualquiera que vaya a un Hipermercado suburbano de Madrid podrá comprobar que allí los chicos aún siguen diciendo, y a gritos, “papa” y “mama”).

Puestos a ir hasta el final, ¿qué quería decir “papa” en sus orígenes? Parece que es un término elemental o semi-infantil de la lengua familiar (que quizá subsiste en el nombre la “papa” o “papilla” que aún damos a nuestros bebés, y en el del verbo “papar”). En efecto, por de pronto, la palabra repite una misma sílaba, algo típico de ese registro lingüístico; pero además, se trata de una sílaba ideal, formada por el fonema consonántico oclusivo (cerrado) más elemental y frecuente, /p/, y el más elemental (y abierto) de los vocálicos, /a/; es decir, por términos extremos, los más asimilables para el infante a la hora de construir sílabas.

En fin, y para concluir, añadiré algo sobre pap(p)a y mam(m)a. La geminación de las consonantes es cuestión menor para cualquier lingüista. Pero sí vale la pena recordar una hipótesis del lingüista ruso Roman Jakobson: papa sería, por así decirlo, la forma básica; pero cuando el infante estaba mamando, si quería seguir haciéndolo sin perder la respiración, no le quedaba más remedio que abajar el velo del paladar para respirar por las narices; con lo que el fonema oclusivo oral /p/ de papa se convertía en el oclusivo nasal de mama. Pero éstas ya son geniales rarezas de lingüistas a las que no quiero arrastrar a nuestro buen amigo, siempre que le haya quedado claro que “papa” es lo mismo que “papá” o que “papaíto”.

Pepito









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