Estimado PabloRamón,
Ante todo, y como digo en el
título, aunque tú no respetes las opiniones que aquí se vierten, nosotros sí
respetamos las tuyas, aunque nos duelan. Tú no has pertenecido 5-10-20-30 años
al Opus Dei como cada uno de nosotros, ni has podido experimentar en tu carne
lo que sí hemos experimentado nosotros. Nosotros también somos "católicos
de la vida cotidiana, (algunos) del clero secular, cometemos pecados, leves o
graves y nos equivocamos día a día", como tú. Es curioso observar los
argumentos de autoridad que esgrimes: "se dedican a atacar una institución
que ES REGIDA POR EL MISMISIMO PAPA", como si el Papa estuviera por encima
del bien y del mal. Evidentemente que también queremos al Papa y lo que
pretendemos es evitar que hagan con él lo que han hecho, a lo largo de la
historia, instituciones como los Legionarios de Cristo que lo han engañado y
dejado en ridículo porque incluso algunos "mismísimos" cardenales de
la Iglesia han "tapado y ocultado" todos los desastres que su
Fundador había cometido y que, de no haber estallado este asunto, hubieran
también canonizado. Si hubiera sido así, si lo hubieran canonizado antes de
destaparse el pastel, ¿sostendría usted lo mismo que dice en su escrito?
"LA IGLESIA ha
canonizado al fundador de (). ¿Quién tiene autoridad para desdecir lo que “El
Elegido por el Espíritu Santo” (EL PAPA) ha autorizado y manda? Si esto no lo
creen, entonces no son católicos, y si no lo son, respeten nuestra religión
tanto como nosotros no atacamos ninguna religión del mundo" Me temo que
no, como tampoco diría lo mismo de cuando el Papa disolvió la Compañía de
Jesús, o de la actuación de los Papas renacentistas o de los Papas del Cisma de
occidente.
Por supuesto que amamos al
Papa y lo respetamos; precisamente por eso, como le decía, lo que queremos es que
no lo dejen en ridículo como pretenden los de la Prelatura al ocultar datos
importantes de la vida del Fundador y de Del Portillo, datos que sin duda
hubieran retrasado, sino paralizado, la beatificación y canonización de ambos.
¿Sabía usted que Escrivá se postuló varias veces para obispo? Existen
documentos que lo acreditan y ninguno se presentó en el proceso de
beatificación-canonización; y dirá usted, ¿y qué importa eso? Pues mucho porque
al declarar las virtudes heroicas, declaran también heroicas la sinceridad y la
humildad, y muchas veces afirmó en público que jamás ambicionó el episcopado,
cosa que como se ve no es cierta. ¿Sabe usted cuántas veces criticó Escrivá a
Juan XXIII y Pablo VI? Pues no yo sé si 50 o 60 o más pero sí le puedo asegurar
que muchas pues así lo relataban personas que convivieron con él y yo lo oí con
estos oídos que todavía siguen funcionando.
Esto solamente respecto al
Fundador, y sin entrar más en detalles, pero con respecto a la Institución que
fundó, una cosa es lo que hizo ver a las autoridades eclesiásticas y otra, muy
distinta, la que luego hizo vivir a miles de fieles, muchos de los cuales,
desengañados como yo, seguimos siendo fieles normales de la vida cotidiana,
miembros de la Iglesia, antes que miembros del Opus Dei, que queremos seguir
amando a Dios en la libertad de los hijos de Dios, sin imposiciones,
coacciones, mentiras y doble vida que no sólo aplican unos pocos superiores,
sino todos los que gobiernan la Obra, "pensando que agradan a Dios".
Su delito está en que cuando se les hace ver, no sólo lo niegan sino que te
persiguen todavía más hasta que te sometes o te vas. He sospechado que detrás
de ese nombre "PabloRamón" puede haber un miembro de la Obra que se
hace pasar por alguien "de la calle" –no sería la primera vez– pero
prefiero creer que es cierto lo que dice; es curioso, a todos ustedes sólo les
interesa una campana, no las dos, y además esgrimen como argumento el que esa
campana es infalible: por personas como usted la Iglesia ha tenido que pedir
perdón no sólo por los errores del pasado sino también por los cometidos en el
siglo pasado y en el presente por callar tantos delitos que tenían que haberse
denunciado: pregúntele usted a Benedicto XVI.
Un cordial saludo,
Brelio