Ya no me toman el pelo.- Coplasuelta
Fecha Wednesday, 10 July 2013
Tema 010. Testimonios


Ha pasado tiempo más que suficiente para poder tener algunas cosas claras.

La Iglesia tiene grandes problemas y esa crisis se pone de manifiesto en que se ha consentido demasiadas barbaridades. Pesan y mucho en número y en quienes las realizan. Van más allá de la debilidad o del pecado personal. Son verdaderas estructuras de pecado y las personas que sirven a esas estructuras, creen seguir la voluntad de Dios. En ese supuesto pluralismo teológico, que no es más que un eufemismo de pluralismo ideológico, cada secta parece tener razones suficientes para existir, hacer y deshacer por la mera existencia del resto de sectarios. En su fracaso, acumulado en estos últimos años, han optado por rebajar sus pretensiones de totalitarismo a pedir tolerancia con las diferencias. En ese fracaso de décadas, se han unido en grupos de minorías que ya no pregonan su carisma superior y diferenciador, sino un mínimo de ideas fuerza...



En un fracaso que dura décadas, se han unido a las corrientes ideológicas del Mundo para conseguir el poder que el Espíritu Santo les niega. Es un tablero lleno de sangre, corrupción, difamaciones, injurias, robos y malversaciones, cada puesto burocrático dentro de la Iglesia, en muchas diócesis y no pocas parroquias. Nos enfrentamos con el dolor de ver entronizados como sacerdotes, obispos, arzobispos, cardenales, teólogos y una caterva de funcionarios de cortes absolutistas a indignos seguidores de lo peor que Satanás haya podido imaginar. Dios, en silencio, calla. No pone nada de su parte, no sustituye cada decisión libre, como tampoco hace rebrotar de sus ciénagas a tantos grupos y personas que están vaciando de sentido a nuestra Iglesia. Cada uno pensaba que esta crisis y todos los problemas eran por culpa del otro bando. Quien se crio en medio del gnosticismo, ese que el Papa ha llamado progresismo adolescente, ha sido capaz de condenar cualquier cosa y a cualquier persona que no comulgará con esa especie de New Age progre. Quién se crio dentro de las cavernas de yunqueros, legionarios o del opus, entendió siempre que los rojos y masones han gobernado durante siglos el orbe y que, por una vez, los buenos, organizados como multinacionales del terror, podrían dar la vuelta al Mundo como con un calcetín.

Pasan los años, esas sectas de cuatro amigos, luchando unas contra otras, ha erigido parroquias, diócesis e instituciones que han tenido a tiro, como el reducto de verdaderos creyentes. Y se cumple una odiosa ley del Mundo: el poder, el dinero, la ostentación de los elogios del poder económico o social son la medalla que exhiben unos y otros. Ese vacío de vocaciones, el creerse el reducto de Israel, los elegidos entre elegidos, no es la descripción de un momento de la Historia o la consecuencia de la fidelidad a los verdaderos principios frente a la huida cobarde de los demás. Es la manifestación clara del silencio de Dios, de que, atado como esta por la libertad humana, no va dar frutos o vida a quien es el pregonero del mal. La distancia entre esa crisis de la Iglesia y nuestro abandono de lo esencial de la Fe, Esperanza y Caridad, es la medida. Que progres de la nada y fundamentalistas de la oscuridad hayan llegado al poder, disputando cada casillero de esa vil burocracia del Demonio, sólo nos dice que quien ha perdido es la Iglesia. Ese vacío, ese angosto abismo de inanición, de parálisis, no es sólo porque sobren prelaturos, yunqueros y legionarios. Es por lo que falta. Siempre ha habido y habrá fariseos y saduceos, sin duda.

Hoy, la gran diferencia, es que son los únicos que quedan dentro. A todos los demás nos han echado, lenta y sistemáticamente por no servir al Demonio. Vamos y venimos a nuestras parroquias, trabajamos y cuidamos de nuestras familias, amamos a nuestros amigos y acogemos sin prejuicios todo lo que Dios nos envía. Sabemos que la moral y la Fe no es camino para perfectos sino para misericordiosos, para pacientes y entregados. Sabemos que juntando todas las técnicas de relajación y de meditación trascendental sólo conseguimos domesticar sólo un poco el estrés. No tenemos tanto tiempo libre para conseguir una técnica reservada a consagrados, que si lo tienen, por lo visto. Y sí que tenemos y sentimos vergüenza por quienes dicen ser nuestros hermanos. En cada conversación, en cada discusión, salen las burradas del opus, el sectarismo del yunque, la maldad a base de dinero de los legionarios, la superficial forma de acercarse a lo sagrado de curas levitando entre incienso de un todo a cien, las declaraciones de la bondad del ser humano desde la sacristía reservada a los amigos. Y no nos traen noticas de periódicos. Son nombres y apellidos. Hermanos, amigos, padres, vecinos, conocidos, que han sufrido el acoso sectario, la malversación de fortunas, del escarnio, la burla, la infamia, la calumnia, la persecución, la descalificación, por quienes ya no tienen Fe, sólo ideología. Y la Iglesia está en crisis: no puede expulsarlos. Ha llegado el día en que, para colmo de dolor, no podemos transmitir nuestra Fe a nuestros hijos. Y eso es lo que está pasando. Cuándo digo Fe hablo de que nos exige la prudencia el tener que hacer un juego de laberinto para llegar a encontrar una parroquia sin que estén al acecho fanáticos y demás ráela.

He elaborado una serie de criterios que me ha dado la experiencia:

1. A los entusiastas y demás optimistas, esos con la sonrisa siempre a flor de piel, superficial quiero decir, ni agua.

2. A quienes sé que pertenecen al opus, al yunque, al sector renovador de la Madre Tierra y al cultivo de la medicina natural, la defensa de las minorías sexuales variopintas y legionarios, ni agua.

3. A quienes segregan entre chicos y chicas ni agua.

4. A colegios del opus y similares, ni agua.

5. A conservadores de toda la vida, ni verlos.

6. A progres cansinos y con esa especie de afectividad cósmica, ni agua.

7. En todo lo demás, confiar en que el buen Dios descubra en nuestros hijos y en los amigos su santa voluntad que será algo que no les cambie: quien así los creo, así los quiso, así los mantendrá, sean sacerdotes o consagrados.

8. Pedir insistentemente por entender que todo es un don y una gracia. La más hermosa es que lleguen a encontrar su felicidad en la vida consagrada o en familia, sin rarezas y cosas extrañas, como parece ser que es la moda.

Son principios muy generales y poco elaborados, lo sé. Son más experiencias que normas, también lo sé. Lo que me mueve es hacer todo lo posible porque mis hijos y amigos se encuentren con la voluntad de Dios en directo, sin memeces partidistas y sectarias. Puede que la Iglesia en Europa, en Occidente, haya sido un inmenso rio, como el Amazonas, que daba vida millones de seres de todo tipo. Puede que ahora no sea más que un pequeño riachuelo y que su fertilidad no alcance más que unas decenas de metros por cada orilla. Puede. Pero en esa orilla quiero vivir y que otros lleguen a vivir conmigo. Ya estoy harto de que se alejen de la Iglesia con razones que no son de pura entrega. Quiero a egoístas que se van porque tiene miedo perderlo todo porque volverán, más tarde o temprano, volverán. Ya no quiero millones de seres quemados y sin vida, arrastrando más dolor que gozo, más impotencia que nostalgia. Y este es el desafío en mi vida: ser perseguido por Fariseos y Saduceos, por el Mundo, el Demonio y la Carne, como es lo que se espera soportar por seguir a Nuestro Señor Jesucristo.

El día que muchos de nosotros entendamos que lo mataron sus hermanos mayores en la Fe, los que lo saben todo de moral, costumbres, normas y leyes, entenderemos la predilección que Dios ha tenido con nosotros al hacernos víctimas de los perfectos. Y es un privilegio sin duda. Sólo el Amor de Dios no nos ha dejado ni pasar por Judas ni por un miembro del sanedrín. Así son las verdaderas historias de Amor.

Coplasuelta 







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