Opuslibros - La depresión.- M. de A.

La depresión

Estimado Dany:

Ayer hiciste referencia a un problema tuyo de depresión y contaste una anécdota tuya en un avión. Dijiste que tu problema depresivo estando dentro del opus había salido a la luz (en correo anterior algo de eso relatas) y lo achacas a una herencia familiar o algo así.

Mira te cuento, yo no soy psicóloga ni psicoanalista pero pasé por una fuerte depresión a consecuencia de mi hija mayor que padece de parálisis cerebral desde su nacimiento.

Mientras ella fue pequeña su dolencia no se hacía evidente y con mi esposo lo sobrellevábamos muy bien, tan bien que la gente nos admiraba por nuestra alegría de vivir y porque nos habíamos animado a tener otra hija, felizmente sana, con todos los inconvenientes, medicación, rehabilitación y obligaciones que teníamos con la mayor.

Éramos y somos una familia feliz, con nuestras cositas de todos los días pero felices. Hasta que mi hija cumplió 6 ó 7 años y ya todos nos miraban por la calle, una nena de esa edad que no hablara ni caminara era sumamente extraño ¡para colmo nunca falta el "comedido" o bien intencionado que pregunta qué le pasa, de qué quedó así y la mar en coche! Yo no podía decirle a la gente "por favor dejen de mirarme como un marciano y no me hagan preguntas" pero sufría horrores, al punto que no quise salir más a la calle ni llevar a mi hija a una plaza ni salir de paseo en familia. Me encerré a comer y a llorar.

Me dijeron de consultar especialistas y no quise porque tenía referencias de lo "pastilleros" que son los psiquiatras en general; así fue que tras engordar unos 25 kilos decidí buscar ayuda con una psicóloga en la tranquilidad de que al menos ellos no podían medicar. Sería muy largo de contar el tratamiento, tuve altos y bajos, me aguanté todo el peso del dolor sin medicación alguna pero también aprendí que la depresión es parte de una "no aceptación" y que si bien la herencia genética pueden devenir en una depresión de tipo endógeno (sin causa aparente) siempre hay situaciones que hacen de gatilladores. Una persona que lleva una vida feliz, aceptando y digiriendo todos los avatares que se presentan aunque tenga una tendencia endogénica a la depresión es probable que nunca le estalle ni se haga evidente.

Ahora bien, si hay una situación que sirve de causal o gatillador, la depresión se presenta. Estimo que en tu caso (aunque no pareces querer reconocerlo) el ingreso al opus y al estilo de vida que se te exigía dentro fue el causal y el gatillador de tu depresión. Entonces ¿cuál fue la causa de tu dolencia? ¿un gen maldito que anda por la familia y los deprime? ¿o el ingreso a la obra donde evidentemente tu yo interior no era feliz (la no aceptación) y devino en depresión?

No sé si te trataste con un profesional perteneciente al opus, si así fue entiendo que redireccionara tu pensamiento para que no echaras la culpa a la institución de tu estado de salud; otra influencia pudieron ser tus padres que en su mejor intención y para que no te enojaras con la obra te convencieran de que simplemente "era una depresión multicausal, de tipo genético". Entiendo por otra parte que te sea difícil ser objetivo y te enojes cuando te critican porque quieras o no, tenés una impronta opus en la familia con la que no todos pueden hacerse de un criterio propio. Una vez yo le dije a José Carlos que no me extrañaba su actitud porque se había criado entre opusinos toda la vida ¡digamos que había tomado la teta del opus dei! Tal vez por eso tanta gente que escribe a la página te ve semejante a él o directamente... piensa que sos él.

Pensalo porque me parece que estás enfocando mal, la culpa no la tuvo la depresión per se sino que la culpa la tuvo el régimen de vida al que te viste sometido en el opus y que tu inconsciente o "yo interior" no quería aceptar. Si no hubieras entrado al opus, tal vez esa semilla nunca hubiera germinado y la depresión no habría aparecido o bien hubiera sido pasajera y leve.

Un cordial saludo

Maria (M. de A)