La teoría del Anticristo.- spiderman
Fecha Friday, 28 June 2013
Tema 010. Testimonios


A medida que leo los escritos de Jaume Garcia Moles, en los que muestra con rigor historiográfico cómo la desobediencia a los superiores y la falsedad fueron una constante en los momentos más decisivos de la vida de San Josemaría Escrivá de Balaguer, no puedo quitar de mi cabeza una teoría que, os aviso por adelantado, para muchos puede resultar excéntrica y hasta hiriente. No soy ningún teólogo, sólo comparto con vosotros mi razonamiento. Seguramente tenga importantes lagunas o sea erróneo, pero eso sólo lo sabré si lo expongo...

Discutiendo Jesús con los escribas y fariseos, que le habían traído a la mujer sorprendida en adulterio, poco después de su lapidario "La verdad os hará libres", se dirige a sus oyentes con unas duras palabras: "vosotros sois de vuestro padre el diablo (...) padre de la mentira" (Jn 8, 44). En la predicación de Jesús, el tema de la verdad aparece con insistencia, hasta el punto en el que se presenta a sí mismo como la verdad personificada "Yo soy el camino, la verdad y la vida" (Jn 14,6). La otra cosa que le preocupa a Jesús dejar muy clara es que ha venido a obedecer. Lo dice textualmente, "Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, mas la voluntad del que me envió" (Jn 6, 38), y lo dice con sus gestos: obedeciendo a sus padres, pagando el tributo, celebrando las festividades judías, aceptando su muerte en la cruz...

Por tanto, mostrar de manera fehaciente que Escrivá mintió y desobedeció deliberadamente y que ocultó su actuación es, a la luz de las palabras de Jesús, mucho más grave de lo que puede parecer a simple vista. Dicho de otra manera, si Jesús tuviera que pesar en una balanza por un lado los casos de pederastia, consumo de drogas y abusos sexuales de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, y por otro lado, el engaño y la ocultación sistemática que ambos fundadores perpetraron y ordenaron perpetuar en sus respectivas organizaciones, está claro cuál de los dos platos sería más pesado.

Pensemos ahora en la palabra "Anticristo". Hay páginas y páginas de teorías sobre este término pese a que a duras penas hay referencias directas en la Biblia. El análisis etimológico nos puede aportar cierta luz. La raíz griega "Αντί" que, normalmente asociamos a "contrario a" o "opuesto a", tiene otra acepción que es "en lugar de" (ver referencia). En las Sagradas Escrituras sólo hay una mención al anticristo, en la primera carta de San Juan: "Queridos hijos, ésta es la hora final, y así como oísteis que el anticristo vendría, muchos son los anticristos que han surgido ya" (1 Jn 2,18). Hay que notar que es una mención en plural, lo que abre la puerta a que el anticristo no sea una personificación del mal, sino todos aquellos que, a lo largo de la historia, intentan ocupar el lugar que sólo le corresponde a Cristo.

De entre todas las teorías sobre el anticristo que ha habido (es un tema muy goloso), hay un rasgo que se repite frecuentemente: el anticristo es esencialmente un "mentiroso" (y por ello se le relaciona con el diablo, pese a no ser la "encarnación" del diablo), que propaga unas enseñanzas que, de algún modo, se oponen a las de Jesús y que causan, en último término, la "perdición" de los creyentes.

Josemaría Escrivá de Balaguer, escogido por Dios, depositario de una suerte de "nueva alianza" entre Dios y los hombres, que llama a seguirle a sus 12 apóstoles (los doce primeros de casa) y los envía por todo el mundo a hacer nuevos prosélitos. Que sufre a su Judas particular y que edifica su iglesia paralela sobre su Pedro (saxum era la manera como llamaba a su sucesor, Álvaro del Portillo). Una nueva iglesia para la eternidad, con un líder (Prelado) al frente ("El Opus Dei perdurará mientra haya hombres sobre la Tierra"). Alguien que se hace llamar a sí mismo Padre y que pide a sus hijos que "pasen por su mente" si quieren estar unidos a Dios. "Otro cristo" que acaba sus días saliendo a predicar hasta la extenuación, en multitudinarias charlas, para contrarrestar una de las pocas manifestaciones de la Iglesia con fuerza dogmática: un concilio ecuménico. Un fundador que alentó a una organización entera a que rindiera culto a su persona, proponiendo sus escritos y doctrinas como quasi-reveladas, enalteciendo su singularidad por encima de Obispos y Papas ("He conocido a siete papas, cientos de cardenales, miles de obispos. Pero fundadores del Opus Dei sólo hay uno."). Un "Santo" y una fundación capaz de engañar a la Iglesia, de hacer penetrar la mentira hasta los tuétanos de una institución fundada por el que se define a sí mismo como "la verdad". Una doctrina y una institución cuyos frutos son centenares de miles de personas que se ven definitivamente alejadas de la fe, incapaces de dar crédito a nada que huela a Cristo o a su Iglesia, porque el santuario de su conciencia fue violado sistemáticamente por Escrivá y su iglesia. Centenares de miles de personas que quedan aturdidas y desorientadas porque confiaron en una verdad que no fue tal. Personas que se acercan a webs como ésta para intentar aclararse, para buscar luz, porque lo único que les devolverá la libertad es conocer la verdad sobre lo que han vivido. Miles de vidas engullidas por una organización totalitaria, que impone a su "pueblo" una forma de vida opuesta a Dios mediante una propaganda persistente.

Sobre su tumba las palabras: San Josemaría Escrivá, el Padre. A mi entender: Escrivá, un anticristo.

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