Llega el verano. Con la fiesta de ayer, ordenación de los tres primeros
sacerdotes, y la de hoy 26 de Junio, se da por finalizado el curso lectivo y
por iniciado el verano, sinónimo de cursos anuales, convivencias y
desplazamientos. En el caso de numerarios y numerarias, la estación se ve
amenizada con los cambios de centro.
En una palabra, el verano es una época peculiar, hay más tiempo libre y no
es raro que uno pase tardes o mañanas solo en el centro, sin mucho o nada que
hacer y por consiguiente con mucho más tiempo para pensar. Y a ello voy. ¿Te
preguntas cosas? ¿En qué se ha convertido tu vida? ¿Te gusta? ¿Te la imaginabas
así? ¿Te sientes engañado? ¿Crees que hay una divergencia galáctica entre la
teoría y la práctica? ¿Alguna vez piensas que se necesitan cambios pero que
como no se aceleren tú ya no los pillas y esto te enfada porque tienes la
sensación de haber desaprovechado tu vida? ¿Te abruma pensar en septiembre,
otro curso igual, otro año igual, día tras día sin ningún aliciente? ¿Cuándo
sentiste ilusión, ilusión de verdad, por última vez?
Hablemos. Lo he dicho aquí antes, seguiré diciéndolo: hablemos. Vacía el
saco si eso es lo que necesitas, grita si eso es lo que te pide el cuerpo,
llora si es lo que pide tu mente y no tiene suficiente con 30 minutos ante el
sagrario porque lleva lágrimas acumuladas de una vida. Hablemos. No intentaré
convencerte de nada excepto de que te quieras mucho, no tengo que saber quién
eres ni qué eres, sólo me encantará escucharte, que puedas verbalizar todo lo
que estás reprimiendo y que pugna por salir, cada vez más y cada vez más
fuerte. Cuando uno habla ve las cosas desde otro lado y las ve diferentes, de
otro color. Por eso es tan importante y por eso no me canso de insistir.
Para quien lo desee, mmctranslations@gmail.com o mariassumptabcn en skype.
Mediterráneo.