La apabullante contradicción de don Antonio Pérez-Tenessa.- Josef Knecht
Fecha Monday, 17 June 2013
Tema 115. Aspectos históricos


Comento la breve nota de Pepito (14.06.2013) dirigida a Carocha (12.06.2013). Estoy de acuerdo con que don Antonio Pérez debió de ser un hombre de gran valía. Y también concuerdo con Pepito en que tardé muchos años en enterarme de la existencia de aquel ex Consiliario en España; la primera vez que oí hablar de él, yo ya llevaba en el Opus más de diez años sin haber recibido hasta entonces ninguna información al respecto. Pero no veo por qué motivo los comentarios de Carocha acerca del comportamiento de don Antonio Pérez sean mezquinos.

 

Los juicios de Carocha sobre don Antonio (en concreto, sobre sus silencios post-Opus) me han parecido certeros y realistas. De hecho, el artículo de Pérez-Tenessa publicado en El País el 13.04.1992 y titulado No hablaré mal de la Obra roza el esperpento de la contradicción. Por un lado, insiste en que no ha hablado nunca mal del Opus Dei ni desea hablar mal de esa institución, “muy respetable”; pero, por otro lado, los argumentos pendulares del propio artículo (una de cal y otra de arena), así como el tono entre nervioso y amargo con que su autor se expresa sacan a relucir, como si de la erupción de un volcán se tratara, unas críticas tremebundas contra el Opus Dei, hasta esa fecha reprimidas y entonces vomitadas con una visceralidad trágica. Sólo ese artículo periodístico echa por tierra su voluntad de no hablar mal de la Obra, ya que la crítica anti-Opus en él patente y latente es demoledora.

 

Por tanto, a la vista de la apabullante contradicción de ese testimonio, habría estado del todo justificado que don Antonio Pérez hubiera contado años antes todo lo que sabía acerca del Opus Dei y de su fundador. Revelando esa información, se hubiera comportado como un caballero valiente y no hubiera incurrido en la rotunda contradicción que él mismo protagonizó en su artículo de El País. Es más, esa contradicción desdice de su supuesta caballerosidad de mantener “un respetuoso silencio”; de ser eso cierto, ¿por qué rompió el silencio con la publicación del artículo?

 

Por otra parte, si don Antonio Pérez hubiera expuesto al público sus conocimientos sobre el Opus Dei a su debido tiempo, habría contribuido a que muchas personas, en España y en otros países, no hubiésemos caído en las redes proselitistas del Opus, y así se hubiese evitado el inútil sufrimiento de bastante gente. Su “respetuoso silencio” ayudó al proselitismo exitoso de esta institución durante los años de la España de Franco, mientras el sufrimiento padecido por el propio Pérez-Tenessa en su silenciosa intimidad se extendía a cientos y cientos de personas más. En parte, el éxito proselitista de aquellos años y sus penosas consecuencias se debieron –subrayo: sólo en parte– al silencio de don Antonio Pérez, el cual en otros aspectos de su vida habrá sido un caballero, pero en este aspecto evidentemente no lo fue.

 

Josef Knecht









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