Primicia de Opuslibros: Carta del prelado de Mayo.- Atomito
Fecha Friday, 03 May 2013
Tema 900. Sin clasificar


Se ve que el juicio de Catherine Tissier ha impactado en la obra, y por eso este mes el prelado dedica la carta a hablar de las auxiliares. Opuslibros nuevamente la publica antes de que salga en los sites de la prelatura.

Queridisisisimos


Que Jesus me guarde a mis hijas y a mis hijos (y que no permita que me hagan más juicios por trabajo disimulado)


En las ultimas semanas han aparecido comentarios en los medios, a raiz de un lamentable juicio contra la obra, en la que los enemigos de la iglesia atacan a la obra de Dios, diciendo toda clase de falsedades acerca del trato que reciben nuestras hermanas de la administración. No hace falta que os recuerde el trato exquisito que le damos en la obra a nuestras hermanas auxiliares, pero igualmente quisiera recordaros el espíritu que nos legó nuestro Padre.

Como vosotros sabéis, la vocación de numeraria auxiliar juega un papel muy importante en el espiritu de la obra, porque son nuestras hermanas las que se encargan de darle a nuestros centros ese aire de familia luminoso y alegre que es parte esencial de nuestro espiritu. Nuestro padre, que siempre predicó con el ejemplo, muchas veces heroico, tenia preferencia por nuestras hermanas auxiliares. Cada vez que llegaba a un centro, lo primero que hacía era pasar a la administración a ver a sus hijas, con las que pasaba largo rato, en ocasiones inclusive hasta 2 minutos, antes de reunirse con los directores y numerarios del centro.

Nuestro padre nos enseñó que debiamos facilitarle la tarea a nuestras hermanas, haciéndonos la cama todas las mañanas y dejando el cuarto ordenado, de modo que lo único que les quedara por hacer fuera limpiar la casa, encerar los pisos, lavar y planchar la ropa, hacer la comida, lavar los platos, hacer las compras y preparar el oratorio y los ornamentos para la misa.

En la obra todos tenemos la misma vocación. Como decía nuestro Padre, todos comemos del mismo puchero. Solo que algunos comemos la carne y otros comen las papas (como en cualquier familia). Por eso mis hijas auxiliares no duermen en las mismas zonas que las numerarias, ni comen en la misma mesa ni visten la misma ropa. La obra no saca a nadie de su sitio, y por eso las auxiliares, que provienen de familias de pocos recursos, siguen viviendo en el lugar en que Dios las puso.

Nuestro padre, con su entrañable cariño por nuestras hermanas, dejó expresamente indicado que nunca debian trabajar más de 17 horas diarias, y que por ningún concepto durmieran nunca menos de 4 horas. Sus directoras tienen además la responsabilidad de que se cumpla siempre con la indicación de nuestro Padre del paseo semanal. Por eso la costumbre de que vayan todas las semanas al mercado se ha vivido siempre con exquisita delicadeza.

Hijos míos, unios a mi agradecimiento al Señor por este regalo divino de la vocación de numeraria auxiliar. La fidelidad herocia de nuestras hermanas en las cosas pequenas es el motor que nos permite a los directores y numerarios dedicarnos a las cosas grandes.

Atomito  









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