En premier lugar, agradezco a Ana Azanza por la traducción al castellano de la sentencia judicial francesa a favor de Catherine Tissier y a Conrad por sus explicaciones jurídicas.

Quisiera preguntar a Conrad por qué afirma con tanta contundencia que “el Opus Dei no ha sido condenado” por la sentencia. Leyendo con calma el texto de la sentencia, me he quedado estremecido, pues el Opus Dei es mencionado en ella con mucha frecuencia y sin duda alguna aparece implicado en todo el conflicto y en los delitos cometidos contra la señora Tissier. Y no sólo se menciona el Opus en cuanto tal, sino también el castillo de Couvrelles, que es una casa de convivencias del Opus Dei (no estoy seguro, pero me parece que es una obra corporativa del Opus). Por eso, creo que Conrad debería explicar mejor por qué, según él, el Opus Dei no ha sido condenado. Aunque no haya sido condenado explícitamente, sí aparece en la sentencia como el telón de fondo de la comisión de los delitos (ya sé que la expresión “telón de fondo” no es jurídica, pero Conrad podrá emplear una expresión más técnica y precisa).

Teniendo en cuenta que el castillo de Couvrelles es una casa de convivencias de una institución de la Iglesia Católica, sería de esperar que en ella se viviera el espíritu del Evangelio. Pero, de acuerdo a la sentencia, ese espíritu brilla allí por su ausencia. Parece como si en ese castillo todavía perdurara a día de hoy el mismo estilo de vida del Ancien Régime, que se desmontó con la Revolución Francesa del año 1789. En vez del Espíritu Santo, en ese castillo habita un maldito fantasma del pasado europeo.