Les envío el comprobante de mis estudios internos.- Carlos Olivares
Fecha Friday, 12 April 2013
Tema 115. Aspectos históricos


La validez de los estudios internos es un tema interesante para aquellos que se quieren dedicar a las humanidades. Para nosotros los técnicos, no lo es tanto, siempre que hayamos podido desarrollar nuestra vocación profesional una vez que hayamos podido salir de la cosa.

Yo siempre he tenido presente que "la historia se escribe, no se transmite". Por esta razón, conservé durante más de 30 años hasta los listines de teléfonos de los años en que estuve en el colegio romano, reproduje los planos de Cavabianca y conservé mis apuntes de clase de los estudios que realicé mientras estuve en Roma y en Pamplona, entre otras cosas. También conservaba mis agendas con mis propósitos de conciencia de los retiros así como las fichas para impartir, tanto los círculos de S. Rafael como los Círculos Breves. Tres grandes cajas de cartón llenas de papeles, de historia, hasta que un día me decidí tirarlos a la basura. Me cambié de casa...



Mis estudios internos... Al igual que mis estudios de la universidad, me los tomé en serio, y la falta de preparación del curita que nos lo daba, lo suplía con mi estudio personal. Nunca me dio clases de filosofía o teología un laico. Nunca tuve problema con los exámenes.

Al terminar el Colegio Romano me fui a Pamplona, y cursé la Teología. Lo mío era la Dogmática, no el Derecho Canónico, aunque siempre manifesté mi alergia a la ropa negra. En la recién estrenada Facultad de Teología asistía a mis clases para obtener la Licenciatura con otros numerarios laicos y unos sacerdotes Agregados. Por primera vez conviví con algunas numerarias, que también cursaban esos mismos estudios. Yo no tenía ningún prejuicio, y con algunas de las que coincidí, que tampoco lo tenían, y las ayudé en el examen de inglés, haciendo trampa para que pudieran aprobarlo.

Al terminar la Licenciatura, tuve que hacer mi tesis. Mi director de tesis fue D. Domingo Ramos L. Todavía me recuerdo que, cuando le presenté mi primera redacción, al día siguiente me dijo: -Tú lo puedes hacer mejor. Nada más. Y me la devolvió.

El tiempo pasó, y cargado de encargos dentro de la Delegación de Pamplona, mi tesis se fue retrasando. Un día el director de Aralar me llamó y preguntó por ella. -Si me quitan todo mi tiempo con encargos, ¿a qué hora la voy a hacer?, le dije. A partir de allí me dejaron más tiempo. Necesito 350 horas, le dije. Recuerdo mis horas dentro de la biblioteca de la Universidad, investigando, haciendo fichas, en el cubículo formado por las estanterías de libros, donde estábamos los tesinandos. Con otra numeraria que estaba en las mismas, también de América latina congeniamos y conversábamos bastante. Trato normal. Ella en lo suyo, yo en lo mío.

Total, presenté mi tesis y pedí la constancia de mi calificación, y esto fue lo que me dieron (ver documento a continuación). El mismo día del examen D. Domingo me pidió mi autorización para enviar mi tesis como colaboración de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra una revista de teología, como aportación.

Mi pregunta es ¿este papel tiene validez alguna? Pueden negarme que yo cursé los estudios internos y que tengo el Título de Licenciado en Teología?







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