Hola amigos,
Me parece muy oportuna la iniciativa de Jaume García Moles de hacer una biografía no autorizada sobre Escriba. Es genial el enfoque que se le está dando: la leyenda áurea lo tapa todo, y como suele suceder al final no tapa nada.
Me gustaría sugerir unos aspectos que aquí sólo ha mencionado Gervasio: actitudes y comportamientos estrafalarios de Escriba:
- Gervasio cuenta en “El anillo de la fidelidad” que se rodeaba de numerarios y les pedía sus anillos, se los ponía en todos los dedos y así evitaba los ataques de llanto que le daban. ¿Motivo?
- También narra en “El uso del tiempo en las casas y cosas del Opus Dei” que a veces se acercaba a las tertulias sin alzacuello, sin la dentadura postiza, de cualquier modo, y se quedaba allí atontado ¿?¿?
El comportamiento estrafalario suele ser un síntoma de enfermedad mental. Escriba era un coqueto narcisista, no hay más que ver su foto caracterizado de Harold Lloyd, y era un tipo que por lo que cuentan montaba un poyo de mil demonios por un huevo frito con las puntillas mal hechas. Resulta que ese mismo individuo se presenta hecho un Adán ante sus súbditos, no a confraternizar, sino a quedarse como un cesto.
No olvidemos que Escriba era un diabético mal controlado. ¿Es posible que estuviera desarrollando una demencia de origen vascular como consecuencia de su enfermedad? ¿Su personalidad narcisista estaba desembocando en un trastorno depresivo o esquizofrénico? ¿Veía que en el Opus Dei había llegado a su máximo nivel de ineptitud y eso le llevaba a comportamientos absurdos?
No olvidemos que el santo marqués mandó el lado oscuro hasta el final, y tomó decisiones importantes. En este sentido, sería interesante que se aportaran otros testimonios de esta etapa. Supongo que será imposible que el Opus Dei permita acceder a su historial médico, que sin duda se guarda en una hornacina en la CUN o en una caja fuerte en Roma. ¿Alguien sabe si esa documentación la leen durante la causa de la canonización (pregunta estúpida, si es así, seguro que llevaron una makeada)?
Que Dios os guarde
Ramón
