La Iglesia en manos de movimientos sectarios.- Aloevera
Fecha Wednesday, 27 March 2013
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


La Iglesia en manos de movimientos sectarios

La Tercera

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“Todos se inspiran en el modelo del Opus Dei fundado en España en 1928 por José María Escrivá de Balaguer, hoy canonizado por Juan Pablo II. Todos son de una extraordinaria disciplina, practican la manipulación de sus miembros que son como esclavos de la organización, todos practican el chantaje religioso para traer candidatos y para conservar a sus miembros. Todos son adversarios del Vaticano II y practican el fanatismo religioso tornándose incapaces de cualquier espíritu crítico. Todos producen miembros técnicamente muy eficaces, pero fanatizados. Todos son riquísimos, porque frecuentan el mundo de los poderosos y ejercen un chantaje para conseguir dinero. Todos son influyentes en el mundo político de la extrema derecha. Todos ocupan posiciones fuertes en la Curia Romana y consiguen nombramiento de obispos y demás autoridades que les sean favorables y defienden las mismas causas. Son ellos los que organizan las campañas electorales para la elección del papa. Aunque los Legionarios erraron al hacer la campaña electoral de Angelo Sodano. ¡No podemos ni imaginar lo que habría sido un papa Angelo Sodano, el gran defensor de Pinochet!

Esta situación recuerda lo que aconteció en la última fase del pontificado de Pío X cuando, en la lucha contra el modernismo, el movimiento de La Sapiniere armó una campaña de denuncia en la Iglesia entera. Hoy en día es diferente, pero el resultado es el mismo. Los nuevos movimientos sectarios practican un chantaje constante y disponen de un inmenso poder político, económico, cultural. Intimidan por su prepotencia, por su fanatismo. Paralizan a la jerarquía que se siente presionada sin poder resistir. Entran en la jerarquía y allí practican el mismo chantaje.

Lo que más preocupa en estos movimientos extremistas es su riqueza acumulada en pocos años y su afán de poder. Esto es tan antievangélico que asusta, y asusta el poder que adquirieron de la Iglesia , o sea, dentro de la institución eclesiástica. Juan Pablo II permitió que se transformasen en empresas con finalidad económica con muchas prácticas externas de religión, vividas como mecanismos sagrados que aseguran la salvación sin pasar por el evangelio. Puede ser el equivalente eclesiástico de las multinacionales financieras de la sociedad contemporánea, lo que asuste más todavía. ¿Será que la jerarquía un día abrirá los ojos?

La Tercera









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