Resulta muy revelador lo de que Escrivá no dejara testamento y que su hermano heredara por tanto los activos de valor monetario que dejó al morir. No tengo idea del valor de la peseta en 1977, pero creo que los 2 millones que cobró Santiago por venderle los derechos a Scriptor, no es un valor nada despreciable. No seria probablemente una fortuna, pero un numerario de a pie, para gastar la milésima parte de ese valor, tiene que consultar al director.

La pregunta que uno se hace, fue qué rigor pudo tener el proceso de canonización de Escrivá. No es tampoco un hecho aislado, porque los miembros de a pie no podían poner fotos de su familia “de sangre” en sus habitaciones, pero en todos los centros hay fotos de la familia de Escrivá.

Eso de imponerles cargas a los demás pero no mover un dedo para llevarlas era lo que hacían los fariseos. Lo de alcanzar la “perfección” a base de cumplir fórmulas (o normas de piedad) era también la mentalidad farisaica que Jesucristo criticaba. Cómo puede alguien con un poco de cabeza creer que la iglesia que canonizó a Escrivá es la iglesia de Jesucristo???

Atomito