Calandria, muchas gracias por la carta que me has dedicado el otro día. Dices en ella que no sabes cómo me caerá el hecho de que me escribas, pues te contesto que muy bien. Gracias a que en esta web hay libertad de expresión podemos dialogar unos con otros y enriquecernos todos.

Primero quería puntualizar que no pretendo con mis escritos dar lecciones a nadie. Cada uno es único, eso lo he aprendido en estos años fuera. Dentro todos éramos como una masa adoctrinada para pensar lo mismo, desear lo mismo, anhelar lo mismo... habían anulado nuestra propia personalidad y toda la riqueza que cada una encierra. Te digo esto porque yo he superado mis vivencias y mi historia personal, después de muchos años y ahora lo recuerdo como un mal sueño, pero soy capaz de comprender y disculpar a quien todavía no ha sido capaz de alcanzar esa meta y se debate en sus miedos e inseguridades. Es más, hay gente que quizá jamás llegue a superarlo.

También te digo que hay etapas de la vida irrecuperables, son muchas las cosas que quedaron atrás con el tiempo, y siempre quedan secuelas que asoman la nariz de vez en cuando. Con esto quiero decirte que no es un camino de rosas esto de volver a empezar, y que todas las experiencias de cada uno, tienen para mí todo el respeto y admiración.

Dices que volviste a leer mi historia de un tirón y que te estremeciste, eso es síntoma de que empiezas a darte cuenta del engaño y quizá empiezas a despertar de tu letargo. Así empecé yo a cuestionarme tantas y tantas cosas. Si alguna vez necesitas una mano, te brindo mi amistad y mi experiencia. De todas las maneras no pretendo yo hacerte cambiar el rumbo, cada cual es libre de elegir como quiere vivir su vida. Tú has elegido quedarte dentro después de vivir tus "intríngulis" y yo preferí arriesgar y estoy feliz después de haberlo hecho.

Mi historia está escrita desde el corazón y las circunstancias del momento en que la escribí. Era una necesidad vital la que tenía de sacarlo de mi interior y que pudiera alguien hacerse eco. La fui escribiendo como me salía de las entrañas y era costoso a veces. Puede parecer que es demasiado indulgente, pero pienso que para denunciar o hacer critica, no es preciso adornar la verdad con la hiel de la amargura, simplemente hay que contar la verdad tal cual fue. Yo cuento todo lo que yo di, y reflejo perfectamente lo que me dieron. No hace falta dar más argumentos.

Cuando yo intento rescatar de mi vida los momentos felices como el de la maternidad respecto a los numerarios, lo hago desde las vivencias del momento presente en que lo viví. Yo estaba programada para empezar una vida alrededor de una supuesta familia que me habían vendido. Ingenuamente lo hice mío como todo aquello que emprendo, soy una mujer pasional.

Como yo lo viví así, así lo recuerdo. ¿Por qué voy a anular mis sentimientos de entonces?

Rescatarlo no es añorarlo o echarlo de menos...

Solo desde la visión positiva del pasado se puede construir un presente. No tengo por qué llevar una mochila con un peso enorme a mis espaladas de un pasado que no me hubiera gustado vivir. Hace tiempo enterré mis negros recuerdos y solo una luz preciosa ilumina mis días.

Agradezco que me pidas perdón y yo les hago partícipes de él a todos los que aquí escribimos nuestros testimonios. Un perdón personal y aislado es de agradecer, ya que quizá sea el único perdón que oigamos.

Todavía siento indignación al leer el documento interno sobre la Web que ha colgado Agustina. ¡Qué afán de seguir controlándonos!

Me ofende sobremanera que digan que "entre los promotores de la web hay gente retorcida y en ocasiones con una vida poco ejemplar" ¡Como se atreven a hablar de moralidad cuando ellos destrozan la moral y se la pasan por el forro!

Hay otra frase que ha encendido mi cólera: "Problema que encontramos a la hora de abordar esta cuestión: no podemos contar nuestra versión de las historias de esas personas porque faltaríamos a la caridad y a la justicia, y caeríamos en su mismo error"

Como siempre creen tener la verdad amparándose en la justicia y la caridad, sembrando el recelo de que lo que contamos es mentira. No tienen remedio porque son fanáticos, y contra el fanatismo no se ha inventado nada todavía.

Bueno, Calandria, te envío un fuerte abrazo y agradezco todas las muestras de cariño hacia mi persona. Si quieres ponerte en contacto conmigo, mi correo es: laika 48@hotmail.es.

Mi cariño para ti y mi respeto.

Maripaz